Las cotizaciones de los inmigrantes mantienen ya a casi 3.000 jubilados

Las cifras se han disparado en los últimos años. Son ya casi 3.000 los inmigrantes que están cotizando a la Seguridad Social, principalmente procedentes de sectores como la minería, la agricultura, el empleo de hogar y trabajos autonómos. Hace tres años eran prácticamente la mitad (1.707), según las altas registradas en el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Teniendo en cuenta que la población activa de la provincia es de casi 200.000 personas, se puede decir que apenas el 2% de quienes están en edad de trabajar y lo hacen son inmigrantes, aunque sus aportaciones a la Seguridad Social son imprescindibles para mantener el actual sistema de pensiones, en el que participan pagando la jubilación a casi 3.000 pensionistas. Europeos, iberoamericanos, africanos, asiáticos y ciudadanos de Oceanía son, por este orden, las principales nacionalidades de quienes se decantan por León para trabajar y establecerse legalmente. En este sentido tiene mucho que ver el contingente puesto en marcha por el Gobierno durante los últimos tres años, cuyo fracaso ha sido contestado reiteradamente por sindicatos y empresarios. Según los datos manejados por el Ministerio de Trabajo, a León llegaron 137 extranjeros para trabajar en 1999 con cargo al denominado cupo, último ejercicio del que existen datos. Las convocatorias posteriores (2000 y 2001) no lograron emplear a ningún inmigrante, según la misma fuente, aunque este periódico pudo saber que, al menos, una mujer logró entrar en el servicio doméstico por esta vía, puesto de trabajo que ya no tiene. Las críticas contra este servicio iniciado por el Gobierno para suavizar la entrada de inmigrantes parece que ha agilizado los trámites para que este año se cumplan los planes previstos y se logre dar trabajo a unas 200 personas, principalmente concentradas en el sector de la construcción y el servicio domésticos y, muy concretamente, procedentes de aquellos países con los que España mantiene convenios de colaboración, entre ellos Ecuador y algunos países del Este de Europa. Las solicitudes de permiso de residencia y tarjeta familiar fueron la vía por la que entraron en el año 2001 alrededor de 600 inmigrantes, distribuidos de la siguiente forma: 597 por residencia temporal con autorización laboral y otros 17 por residencia estable. Del total, 579 resultaron estimadas -todos los papeles del inmigrante se encontraban en regla- y 30 fueron desestimadas, todas ellas para vivir en León por un tiempo limitado. Además, cinco fueron archivadas por carecer el solicitante de alguno de los papeles necesarios para poner en regla su situación. Según los datos de Trabajo, ningún inmigrante fue beneficiario en los últimos tres años de ayuda alguna en pesetas. Sólo los habitantes de Andalucía y Aragón recibieron dinero para fomentar el trabajo estable entre este grupo poblacional. Uno de los datos más llamativos de los últimos años es el ratio de inmigrantes por cada mil habitantes, que en León alcanza ya la cifra de 18.