León volvió a expresar su frontal rechazo a la guerra
«Todos al suelo, que viene Bush», fue el gesto unánime con el que culminó la manifestación de ayer en contra de la probable guerra en Irak. 15.000 personas, según la organización, y 7.000, según la policía, acudieron a la convocatoria del Foro
LEÓN. Marco Romero .Redacción «Los falsos gobernantes, enemigos de la libertad y de la paz mundial, son permanentes depredadores de los derechos humanos; utilizan la fuerza para sostenerse en el poder sólo para estar y decir que son los que gobiernan». La reflexión es de Rubén Abel Sosa Kusli, escritor argentino autobatizado como el rey de la paz y uno de los miles de participantes que acudieron ayer a mediodía a la multitudinaria manifestación contra la intervención militar de Estados Unidos, España e Inglaterra en Irak. «Se dicen defensores de la paz y de la seguridad, pero los hechos demuestran que son depredadores del derecho a existir», añade el que también se dice llamar Apóstol Perón II. Un amplio dispositivo policial vigiló el transcurso de la mañana en las calles céntricas de la ciudad, por donde caminaron pacíficamente más de 10.000 personas, en una convocatoria especialmente numerosa para las circunstancias que gravitaron sobre la jornada: sábado por la mañana y buen tiempo. Hubo gaitas, tamborradas y mucha animación, como la que estimularon los abuelos de la marcha, envueltos en pancartas con el lema «No a la guerra» y, alguno de ellos, con un megáfono que utilizó reiteradamente para llamar «asesinos» a quienes defienden la intervención bélica en Irak como respuesta a la dictadura de Sadam Husein. La cabeza de la manifestación siguió el mismo itinerario que el pasado 13 de febrero, cuando salieron a las calles alrededor de 20.000 personas en una convocatoria considerada histórica en la ciudad. La de ayer, menos numerosa, contó con los responsables de los principales partidos políticos, excepto el PP, de los sindicatos mayoritarios y de la comunidad educativa. «Donde están, no se ven, los cachorros del PP», fue una de las frases más gritada durante todo el recorrido. Al acto también se sumó con pancartas identificativas un nutrido grupo de activistas ecologistas de Greenpeace. Miembros de Juventudes Socialistas de León repartieron pasquines y movilizaron a una gran parte de los jóvenes que acudieron a la cita. «Por haber conseguido su excusa, le damos a Bush dos regalos: un poco de chapapote por si quiere más petróleo y una galleta por si quiere matar a alguien», concluye uno de los panfletos entregados en la calle referido a la guerra «Bush-Ansar». Una vez que la larga cola de manifestantes concluyó el itinerario y se situó de nuevo en la plaza de la Inmaculada -durante dos horas las calles del centro quedaron cortadas al tráfico, sin que se generara una mayor densidad en las vías alternativas_, la frase «todos al suelo, que viene que Bush» se convirtió casi en una orden para los presentes, que se sentaron en el asfalto hasta que comenzó la lectura de los manifiestos, después de un largo y unánime aplauso. «Aznar, lameculos de Bush», «Contra las agresiones imperialistas, Otan no», «Esto nos pasa por tener un Gobierno facha», «Los de la acera, a la carretera» fueron otras de las frases más leídas y escuchadas en la jornada de ayer. Una periodista, un catedrático, una representante de los universitarios y un escritor fueron los encargados de poner la voz al sentimiento unánime de rechazo a la intervención militar en Irak. Coincidieron los discursos en reprobar al presidente del Gobierno su empecinamiento en no escuchar a la población y en mantener su intención de participar de forma activa en la guerra. La satisfacción fue el denominador común entre los convocantes, quienes destacaron la elevada participación en esta segunda convocatoria. Al finalizar el acto y antes de que se comenzara a disolver la manifestación, la sede de la Subdelegación del Gobierno fue «decorada» con una pancarta que invitaba a mantener el rechazo social al conflicto bélico. «Están privando al pueblo de la esperanza de felicidad que todos los seres humanos merecemos por mandato de Dios, quien nos hizo a su semejanza para ser libres y dueños de nuestro destino. Hombres gobernantes y hombres que tenéis la misión de informar, cómo podéis ser tan cobardes», dice Apóstol Perón II.