La UPL exige el soterramiento del TAV hasta superar el paso elevado de Trobajo

En periodo de concepción del proyecto del tren de alta velocidad, la UPL intentará que los acuerdos tomados inicialmente por los integrantes de la sociedad que gestiona el ferrocarril: Ministerio de Fomento, Renfe, gobierno autonómico y los ayuntamientos de León y San Andrés del Rabanedo se vean matizados para incluir su propuesta. Por el momento, el estudio sólo contempla un área de actuación de 3 kilómetros, de los cuales estarían soterrados 1,2 kilómetros y terminarían nada más superar el paso a nivel del barrio El Crucero, lo que dejaría los 6 kilómetros de trazado por el municipio de San Andrés del Rabanedo totalmente al descubierto. La proposición leonesista es que esta distancia se vea incrementada en algo menos de 800 metros, lo que llevaría al TAV a emerger una vez que se sobrepase el paso elevado de la calle Párroco Pablo Díez, en la localidad de Trobajo del Camino. La idea inicial de la sociedad del TAV es que esta franja sea de trazado a nivel de tierra y que se instalen pantallas vegetales para amortiguar el impacto del ferrocarril en los vecinos del municipio. Aunque todavía no se han elaborado estudios detallados para delimitar la cuantía presupuestaria de este aumento del soterramiento, la comparación con otras obras de estas características presupuestadas para la capital de la autonomía cifran en cerca de 15 millones de euros (2.500 millones de pesetas) el desembolso necesario para hacer frente al pago del proyecto leonés. Esta liberación de terrenos desencadenaría un aumento de superficie para la construcción, estimada entre 400 y 600 viviendas dentro del municipio del alfoz, que tendería también a encarecer el precio de toda la zona. Además, la propuesta del grupo leonesista en el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo pretende que este espacio sea habilitado como zona verde de descanso y esparcimiento. La creación de un carril bici y otra serie de equipamientos para el ocio son algunas de las ideas que se adjuntan en el proyecto para ocupar el lugar que en estos momentos surcan las vías del tren. La iniciativa del aumento de la superficie soterrada acabaría además con la molestia del paso elevado en la calle Párroco Pablo Díez, de vital importancia como vial de penetración en la capital, y la tradicional separación existente entre los barrios, como el caso de La Sal y Pinilla, y de todo el municipio con respecto a la capital provincial.