Diario de León

Luis Artigue EL AULLIDO

Ron de cuba

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Fidel Castro, el cubano-gallego de uniforme gastado, el de cara de Papá Noel tozudo, acaba de aprovechar que el mundo está mirando con indignación hacia Irak para encarcelar a más disidentes. Y, esta vez, no se trata de políticos rivales sino de varios periodistas y el poeta Raúl Rivero, condenado este último a pasar 20 años en una prisión-pocilga de La Habana por «escritura subversiva y colaboracionismo con el enemigo». Todos los condenados han sido acusados de «traidores» y de ser «empleados a sueldo» de James Cason (Jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos). Fidel Castro, el bienintencionado que empezó culturizando Cuba, progresivamente ha ido embruteciéndose a si mismo y, ahora, hasta encarcela a periodistas y poetas porque discrepan e intentan expresar su opinión. Algo parecido hace el Señor Bush, pero ya hace tiempo que sabemos que los extremos se tocan. Sí, los ciudadanos de opiniones propias y los librepensadores están en peligro de extinción, como los linces. El planeta se está volviendo tan desindividualizado y homogéneo que, en las columnas de opinión, se hace preciso escribir frases éticamente obvias. Por ejemplo que sólo las mentalidades débiles, inseguras o inquisitoriales tienen miedo a la discrepancia ideológica o verbal, a la opinión diferente y la visión distinta del mundo. En Cuba encarcelan a la oposición pacífica -poetas incluidos-. Y el caso es que los poetas siempre han sido incómodos para el poder, porque le han perdido el miedo a la palabra sincera. De hecho la pronuncian en voz alta, y la escriben en el suelo, en el cielo, en las paredes e incluso en las conciencias. Al poder no le conviene la sinceridad de la poesía, ni tampoco la objetividad del periodismo libre, pues necesita espacio ancho para su discurso unidireccional y marciano. Resulta curioso que altos mandatarios de países como Cuba no hayan aprendido aún la poética lección de que necesitamos al otro, que precisamos todos los puntos de vista pacíficos en una sociedad, como necesitamos todas las montañas porque, subidos a cada una de ellas, nos ofrecen una vista diferente del mismo país. Necesitamos otra opinión para contrastarla con la nuestra y, acaso, reafirmarnos, o cambiar, o enfocar nuestro prisma, o simplemente discutir. Para aprender, en suma, la histórica y lírica postura vital del relativismo. Que exista otra opinión nos invita al diálogo, no al desprecio, la imposición, ni mucho menos a la represión. Han encarcelado al poeta Raúl Rivero por escribir de verdad, o sea, por subversión. Que culpa tiene ese hombre de que la poesía sea subversiva de por sí. Lo han hecho. Le han encarcelado como a Reinaldo Arenas, como a Miguel Hernández. Con tal acto han demostrado despreocupación por los derechos humanos e incultura, pues un país que silencia a sus poetas es un país afásico. También encarcelaron y mataron aquí a Lorca pero, tras él, llegaron otros. También acaban de matar en Bagdag a Julio Anguita Parrado y a Cousso, pero habrá otros. Por más que a los gobernantes se les suba el petróleo o la utopía a la cabeza, siempre surgirán seres humanos comprometidos con la verdad sean estos poetas, periodistas, profesores, amas de casa o barberos. Da igual. Siempre alzará la voz con valentía alguien que vea el mundo de forma amplia, que tenga vocación de absolutos y respeto por la belleza, que admire los grandes ideales aunque los sienta muy lejos. Siempre habrá alguien, como lo ha habido hasta ahora a lo largo de toda la Historia, que se manifieste y luche en contra de la arbitrariedad del poder, y en pro de una humanidad mejor. En mi opinión ésos, los luchadores verbales de opinión lúcida, los que se manifiestan, los que no se callan ni pliegan sino que alientan a los demás, son los poetas del mundo, escriban o no poesía. Ellos nos guían en el desierto. Ellos hacen de antorcha en la noche de los pueblos. Ellos, los gurús de la palabra. Brindo por Raúl Rivero y también por todos ellos y ellas. Con Ron de Cuba.

tracking