Vocación por la docencia

Los padres agustinos Modesto Santamarta, Rogelio Díez, Basilio Estrada, Maximino Fernández, Herminio Negral y Miguel Velasco, junto con el profesor Vicente Luis Gutiérrez, recibirán el próximo domingo la Encomienda de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio como reconocimiento a la labor de enseñanza realizada durante décadas y gracias a la cual se han formado centenares de alumnos en uno de los colegios más emblemáticos de la ciudad de León, Nuestra Madre del Buen Consejo. Este centro celebró el pasado año numerosos actos con motivo del centenario de su creación y en todos ellos obtuvo el agradecimiento de las instituciones de la ciudad. Fue precisamente esta conmemoración la que llevó a la solicitud de los galardones que se entregarán el próximo domingo. De hecho, y coincidiendo con el cincuenta aniversario de la finalización de sus estudios, fueron los antiguos alumnos de los Agustinos los que propusieron un reconocimiento a la labor docente de un grupo de profesores. De los trámites ante el Ministerio de Educación para la obtención de la Encomienda se han encargado dos ex alumnos, el responsable del comisariado del Gobierno para la crisis del Prestige, Rodolfo Martín Villa, y el miembro del Tribunal de Cuentas, Manuel Núñez Pérez que asistirán al acto de entrega el próximo domingo junto con el secretario de Estado de Educación, Julio Iglesias de Usell y diversas autoridades locales y provinciales. Los protagonistas El padre Modesto Santamarta dedica este galardón a la Orden de los Agustinos. «Sentí extrañeza pero me he dado cuenta de que sería por el amor de los antiguos alumnos. Durante su mandato como provincial de esta Orden se construyó el colegio Nuestra Madre del Buen consejo aunque ya había estado vinculado a esta ciudad desde 1945 a 1950. Dice que desde joven le convencieron para ir a los Agustinos ya que «tenían fama de buenos estudiantes y buenos deportistas». Además de la Encomienda recibirá una placa por ser uno de los impulsores del centro escolar. En la actualidad ejerce como sacerdote en la parroquia que esta congregación tiene en el centro de la capital. El padre Rogelio Díez recibe a los 93 años este galardón después de dar clase durante muchos años en el centro que tiene su sede actual en la carretera de Alfageme. El padre Basilio Estrada ejerció la docencia durante medio siglo, unos años que le dan la experiencia suficiente para comprobar la evolución del sistema educativo. Por eso afirma que ha habido una gran bajada de nivel cultural desde que cesó el Plan de Enseñanza de Primaria y Bachillerato. Otro de los galardonados es el padre Maximino Fernández que posee otras distinciones, entre ellas, la de Licenciado Distinguido concedida por el Ilustro Colegio Oficial de Doctores y Licenciados de León en 1995, aunque asegura que el reconocimiento que le dio más gratitud fue el del Premio Naranja concedido por los alumnos del colegio en 1999. Recuerda con cariño el apodo de «meana» con el que le conocen muchos antiguos alumnos. Dedica el galardón a todos los que han trabajado «con amor e ilusión» en los últimos cien años. Vicente Luis Gutiérrez estudió en el colegio en el que da clase desde hace muchos años. «Me ha hecho mucha ilusión porque además de ser algo que no esperaba, en la historia del colegio no hay ningún profesor que ha recibido tal condecoración», dice con mucho orgullo. El padre Herminio Negral y el padre Miguel Velasco también han sido elegido por los antiguos alumnos como ejemplos de lo que debe de ser la enseñanza y el trato con los estudiantes.