Fidalgo fue evacuado tras ser atizado en la cabeza con un palo por un hombre vestido con camiseta de Sintel PRIMERO DE MAYO
La agresión al dirigente de CC.OO. empaña la manifestación por la paz
El secretario general de CC.OO., José María Fidalgo, tuvo que ser evacuado de la marcha del Primero de Mayo con una heri
Fue una jornada protagonizada por el enfrentamiento verbal entre los manifestantes. Unos provocaban, normalmente los trabajadores de Sintel, y otros contestaban. Al final y en contra del propósito anunciado por los convocantes todos se olvidaron de los habituales gritos y críticas contra el Gobierno y del recuerdo que habían planeado para las víctimas de la guerra contra Irak. La «fiesta» contó con varios miles de personas que ni por asomo se acercaron a las 100.000 señaladas por los organizadores. A diferencia de otros años, además se vieron más banderas republicanas y alguna que otra pancarta en contra de la visita del Papa a España. Igualmente, se apreció mayor número de inmigrantes entre los asistentes que en anteriores ocasiones. El grave incidente se produjo cuando la manifestación estaba a punto de concluir en la Puerta del Sol, después de un trayecto lleno de tensión, que Fidalgo había aguantado estoico. La fuerte crispación estuvo provocada por los trabajadores de la desaparecida empresa Sintel (ex filial de Telefónica), que se habían trasladado a Madrid con familiares y amigos. Este colectivo culpa a la dirección de CC.OO., al Gobierno y a la compañía Telefónica de su situación de desempleo. Durante el recorrido, al lado de Fidalgo permanecieron su homólogo en UGT, Cándido Méndez; y varios políticos entre los que figuraron el socialista Jesús Caldera y el coordinador de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, así como otros miembros del Foro Social de Madrid. En la pancarta se leía «Por la paz, por el empleo. No a la guerra», pero no hubo tiempo de que los asistentes corearan este eslogan. El inicio de la marcha estaba previsto para las once y media. Méndez apareció por las inmediaciones de la Plaza de Cibeles con mucha anticipación. Por el contrario, Fidalgo, rodeado de los miembros de su ejecutiva, llegó tarde. Todos aparecieron visiblemente preocupados, incluso algunos dirigentes de Comisiones adelantaron malos presagios, a la vez que comentaron su deseo de que pasara cuanto antes la conmemoración del Primero de Mayo. Los gritos, insultos y pitidos contra el líder de CC.OO. comenzaron inmediatamente. «Que no, que no, que no nos representa» o «Es del PP, Fidalgo es del PP», fueron algunas de las frases más escuchadas; mientras el sindicalista permaneció impasible. Dirigió su cura Tras recibir el golpe en la frente, el líder de CC.OO. se mantuvo consciente y por su propio pie fue evacuado en un automóvil al hospital Clínico de Madrid. Fidalgo, traumatólogo, dirigió su propia cura. La preocupación, la tristeza y la indignación ante lo sucedido cundió entre las direcciones de CC.OO. y UGT. Méndez subió a la tribuna de oradores y tras subraya que la violencia «debilita o pierde las razones», vitoreó el Primero de Mayo, instó a la unidad de los trabajadores y abandonó el estrado. Por su parte, CC.OO. anunció una denuncia contra el agresor, que todavía no ha sido identificado. Fuentes oficiales aseguraron que las fuerzas de seguridad revisan todos los documentos gráficos disponibles para intentar identificar al agresor, que utilizó violentamente el palo de una pancarta de Sintel. El acto terminó con La Internacional, entonada desde el escenario por el secretario de Organización de UGT, Alberto Pérez.