La basura que no se lleva el aire La recogida neumática absorbe 22.000 kilos de residuos a la semana frente a 10.000 kilos diarios previstos
Los 1.804 vecinos del casco antiguo de León afectados por la recogida neumática de basura son más receptivos a seleccionar residuos que los 300 bares y comercios. Tras un año de funcionamiento y la campaña puerta a puerta llevada a cabo en las
LEÓN. Ana Gaitero Redacción El Ayuntamiento de León ha entregado más de 500 llaves para permitir el acceso a las bocas comerciales de los 71 buzones de recogida neumática instalados en el Barrio Húmedo. Con esta medida, llevada a cabo paralelamente a la nueva campaña de concienciación tras un año de funcionamiento, se pretenden reducir al máximo los malos usos por parte de hosteleros y comerciantes, explica la técnico de Urbanismo, Begoña Gonzalo. El excesivo tamaño de las bolsas de basura empleadas por algunos usuarios es otro de los obstáculos para la optimización del servicio de recogida neumática, aunque, en versión de los inspectores, la mayor dificultad radica en la selección de los residuos en los domicilios para una correcta utilización de los contenedores. «Los niveles de infracción son puntuales y se refieren al uso», asegura Gonzalo. Los operarios de la empresa que instaló el ingenio en León, responsable aún de su gestión y funcionamiento, aseguran que los principales problemas «se dieron al principio con los hosteleros, que arrojaban vidrio» por los buzones. En un año de funcionamiento sólo se ha registrado una avería del sistema por el fallo de un componente electrónico que inutilizó la mitad de la línea (la aspiración de la basura se realiza por aire caliente impulsado por una central de 400 kw/h de potencia). «El sistema funciona, lo que hace falta es que clasifiquen la basura y echen la bolsa dentro», precisó uno de los operarios que, día a día, están obligados a recorrer el casco antiguo y arrojar a los buzones las bolsas de basura que los usuarios han dejado apostadas junto a los contenedores metálicos. También fue necesario visitar los bares de copas para «concienciar a los hosteleros» del peligro que supone arrojar vidrio al tubo de la recogida neumática. Según parece, la asistencia de éstos a las reuniones informativas celebradas en el ayuntamiento «fue muy escasa». Puertas arrancadas, palillos y pegamento en las cerraduras son algunas de las acciones de vandalismo que han afectado al correcto funcionamiento de los buzones. El Ayuntamiento resta importancia a las pintadas porque «son habituales en todo el mobiliario urbano y últimamente en las estatuas», asegura la arquitecta municipal responsable del proyecto. La concejala socialista Inmaculada Larrauri denunció en la comisión de Medio Ambiente que la recogida neumática está infrautilizada aproximadamente en un 50%, lo que atribuye a «un problema de concienciación ciudadana y de desinformación». En su opinión, «hay que conseguir que el sistema sea lo más útil posible, aunque no sea el idóneo para eliminar los residuos en un barrio donde se generan grandes cantidades de vidrio que no son asumidas por el sistema». Larrauri también denuncia también que «en la comisión de Medio Ambiente la información sobre este sistema brilla por su ausencia». La arquitecta Begoña Gonzalo asegura que «está utilizado al cien por cien» porque las bolsas que no son introducidas por los buzones «las recogen los servicios de limpieza». Aseguró que la entrada de camiones se limita actualmente a recoger los contenedores instalados en las inmediaciones de Palat del Rey para dar servicio a los usuarios de la calle Mariano D. Berrueta, donde no ha sido posible instalar los buzones, como estaba previsto en el proyecto. Vecinos del Barrio Húmedo denuncian, sin embargo, la permanencia de la doble recogida al menos hasta el mes de marzo, cuando el plazo previsto de adaptación era de tan sólo dos meses. Otro de los objetivos del sistema era reducir la circulación de camiones de recogida de basura por el Barrio Húmedo, con grandes áreas peatonales. La instalación de diez contenedores subterráneos para eliminar el vidrio obliga a entrar periódicamente a los camiones, así como para vaciar los contenedores azules de papel instalados en algunos puntos del Barrio Húmedo. Según datos de la empresa Envac Iberia que lleva a cabo el mantenimiento durante este primer año cada semana se recoge un contendor de basura orgánica de la central de transferencia, que pesa unos 15.000 kilos, y otro con residuos de envases, de unos 7.500 kilogramos. Estas cifras están muy alejadas de las previsiones iniciales de recogida de basura en la zona afectada según las cuales se producían 10.000 kilos de residuos sólidos urbanos cada día, de los cuales 1.000 kilos de media al día corresponden al día. La recogida neumática absorbe aproximadamente la mitad de lo previsto. evistos en el proyecto inicial LEÓN. Ana Gaitero Redacción El Ayuntamiento de León ha entregado más de 500 llaves para permitir el acceso a las bocas comerciales de los 71 buzones de recogida neumática instalados en el Barrio Húmedo. Con esta medida, llevada a cabo paralelamente a la nueva campaña de concienciación tras un año de funcionamiento, se pretenden reducir al máximo los malos usos por parte de hosteleros y comerciantes, explica la técnico de Urbanismo, Begoña Gonzalo. El excesivo tamaño de las bolsas de basura empleadas por algunos usuarios es otro de los obstáculos para la optimización del servicio de recogida neumática, aunque, en versión de los inspectores, la mayor dificultad radica en la selección de los residuos en los domicilios para una correcta utilización de los contenedores. «Los niveles de infracción son puntuales y se refieren al uso», asegura Gonzalo. Los operarios de la empresa que instaló el ingenio en León, responsable aún de su gestión y funcionamiento, aseguran que los principales problemas «se dieron al principio con los hosteleros, que arrojaban vidrio» por los buzones. En un año de funcionamiento sólo se ha registrado una avería del sistema por el fallo de un componente electrónico que inutilizó la mitad de la línea (la aspiración de la basura se realiza por aire caliente impulsado por una central de 400 kw/h de potencia). «El sistema funciona, lo que hace falta es que clasifiquen la basura y echen la bolsa dentro», precisó uno de los operarios que, día a día, están obligados a recorrer el casco antiguo y arrojar a los buzones las bolsas de basura que los usuarios han dejado apostadas junto a los contenedores metálicos. También fue necesario visitar los bares de copas para «concienciar a los hosteleros» del peligro que supone arrojar vidrio al tubo de la recogida neumática. Según parece, la asistencia de éstos a las reuniones informativas celebradas en el ayuntamiento «fue muy escasa». Puertas arrancadas, palillos y pegamento en las cerraduras son algunas de las acciones de vandalismo que han afectado al correcto funcionamiento de los buzones. El Ayuntamiento resta importancia a las pintadas porque «son habituales en todo el mobiliario urbano y últimamente en las estatuas», asegura la arquitecta municipal responsable del proyecto. La concejala socialista Inmaculada Larrauri denunció en la comisión de Medio Ambiente que la recogida neumática está infrautilizada aproximadamente en un 50%, lo que atribuye a «un problema de concienciación ciudadana y de desinformación». En su opinión, «hay que conseguir que el sistema sea lo más útil posible, aunque no sea el idóneo para eliminar los residuos en un barrio donde se generan grandes cantidades de vidrio que no son asumidas por el sistema». Larrauri también denuncia también que «en la comisión de Medio Ambiente la información sobre este sistema brilla por su ausencia». La arquitecta Begoña Gonzalo asegura que «está utilizado al cien por cien» porque las bolsas que no son introducidas por los buzones «las recogen los servicios de limpieza». Aseguró que la entrada de camiones se limita actualmente a recoger los contenedores instalados en las inmediaciones de Palat del Rey para dar servicio a los usuarios de la calle Mariano D. Berrueta, donde no ha sido posible instalar los buzones, como estaba previsto en el proyecto. Vecinos del Barrio Húmedo denuncian, sin embargo, la permanencia de la doble recogida al menos hasta el mes de marzo, cuando el plazo previsto de adaptación era de tan sólo dos meses. Otro de los objetivos del sistema era reducir la circulación de camiones de recogida de basura por el Barrio Húmedo, con grandes áreas peatonales. La instalación de diez contenedores subterráneos para eliminar el vidrio obliga a entrar periódicamente a los camiones, así como para vaciar los contenedores azules de papel instalados en algunos puntos del Barrio Húmedo. Según datos de la empresa Envac Iberia que lleva a cabo el mantenimiento durante este primer año cada semana se recoge un contendor de basura orgánica de la central de transferencia, que pesa unos 15.000 kilos, y otro con residuos de envases, de unos 7.500 kilogramos. Estas cifras están muy alejadas de las previsiones iniciales de recogida de basura en la zona afectada según las cuales se producían 10.000 kilos de residuos sólidos urbanos cada día, de los cuales 1.000 kilos de media al día corresponden al día. La recogida neumática absorbe aproximadamente la mitad de lo previsto. evistos en el proyecto inicial DANIEL Una mujer introduce la bolsa de basura por la boca doméstica del buzón, no apta para bolsas de gran tamaño DANIEL Contenedor de recogida de vidrio en el Barrio Húmedo DANIEL La instalación de la recogida neumática (boca comercial en primer plano) en las inmediaciones del Mercado del Conde