Un deporte muy problemático

En la leyenda estudiantil abundan las anécdotas sobre la impopularidad de las matemáticas y su número uno en el ránking de suspensos. Algunos alumnos acuden a la manualidad de la cuenta por los dedos, de inmemorial tradición, y pierden en el pase de mano la suma de una operación que intentarán dejar de lado lo antes posible. Defienden los profesores de esta especialidad que lo que pasa es que este margen del alumnado prefiere el contenido en letra, donde son más maleables los conceptos, para entretener la posibilidad de una respuesta acertada con apenas dos conceptos difusos dentro de la cabeza. En cambio, en el lado contrario de la esfera se sitúa un grupo de alumnos para los cuales la práctica de las matemáticas borda el concepto de lo deportivo. Suma arriba, resta abajo y la integral resuelve la incógnita de una ecuación que deja el combate con los números en el lado de la inteligencia. Precisamente de este club son los más de 140 jóvenes que participaron ayer en la olimpiada matemática provincial. El evento, que se celebró durante toda la mañana en las instalaciones de la antigua Escuela de Comercio y prosiguió por diferentes puntos del centro histórico de la capital, concitó a contendientes de veinticuatro centros de toda la provincia, tanto del ámbito de la educación privada como de la escuela de titularidad pública. La prueba se dividió con atención a los dos ciclos que forman la Educación Secundaria Obligatoria: 1º y 2º ESO por una parte, y 3º y 4º ESO por la otra. Una vez situadas las categorías en los pupitres correspondientes, el mecanismo competitivo presentó una prueba individual y otra organizada por grupos. El primer tramo se cubrió con la resolución de dos ejercicios, tras los cuales se concedió un descanso de aproximadamente un cuarto de hora, y un problema posterior para cerrar la prueba individual. El apartado de grupos repartió a los alumnos por el centro histórico de la capital leonesa, donde se les plantearon diferentes problemas con arreglo a los datos del entorno cercano. De esta forma, uno de los ejercicios pidió a los aspirantes al premio la medida aproximada de una de las torres del Palacio de Botines de Gaudí, para lo cual tuvieron que valerse de la medida por pasos o baldosas y las bases aportadas por el grupo de profesores responsables en el planteamiento.