León despide la sexta corporación con el adiós al 60% de los concejales

Un pleno acabó ayer con la sexta legislatura del Ayuntamiento de la capital en la era democrática. Menos de un minuto para aprobar el acta de la sesión anterior, que no contó con la oposición de ninguna fuerza. «¿Se aprueba?», preguntó el alcalde en funciones. «Se aprueba. Se levanta la sesión». Ya terminado el pleno, Amilivia agradeció en una pequeña intervención a todos los concejales su labor como miembros de la Corporación, especialmente, a aquellos que concluyen su mandato, muchos de ellos después de varias legislaturas. Dieciséis de los 27 ediles actuales no volverán a sentarse en sus escaños el sábado, día en que se constituirá la nueva corporación. Esta cifra supone una renovación de prácticamente el 60%. El alcalde recordó a todos los que se van que tendrán «las puertas totalmente abiertas en el Ayuntamiento de la capital para lo que quieran». Subrayó, además, «la ilusión de todos por haber compartido durante estos cuatro años el trabajo por la ciudad de León». Siguiendo la tradición, ya institucionalizada cada final de legislatura, el alcalde repartió entre todos los concejales, uno a uno, medallas de recuerdo de su paso por el Ayuntamiento como ediles. Posteriormente, a las 14.30 horas, se reunieron en un céntrico restaurante para compartir una comida de despedida. Elocuentes símbolos En la entrega de las medallas quedaron patentes encuentros y desencuentros entre el alcalde y algunos de los miembros corporativos. Desde las bromas que intercambió con varios de sus más estrechos colaboradores del equipo de gobierno y miembros de la oposición, hasta los efusivos besos a las féminas y la indiferencia que mostró en su gesto, sin levantar la mirada, al edil Miguel Fernández Llamazares, que finalmente no llegó a la lista del PP con la que concurrió a las municipales por no estar de acuerdo con el puesto que el alcalde le ofrecía. Tampoco fue muy fluida la entrega de la medalla de concejal al candidato de la UPL y aún socio de los populares, José María Rodríguez de Francisco. No hubo el más mínimo símbolo de complicidad entre ellos y ni siquiera se miraron. A la cita del último pleno tampoco faltaron los habituales en los sillones destinados al público: alrededor de una docena de vecinos afectados por las antenas de telefonía móvil, que durante los últimos dos años acuden, en mayor o menor número, a los plenos con pancartas contra la instalación de estos aparatos sobre los tejados de la ciudad. Un aplauso, después de entregadas todas las medallas, dio paso a la foto de familia sobre la escalera central de la casa consistorial de San Marcelo. Allí ya se ha desplegado la alfombra de gala para preparar la constitución de la nueva corporación el sábado y la investidura del alcalde. Será la séptima corporación desde las primeras elecciones democráticas. En el 2004, se cumplirán los primeros 25 años de estos comicios. Hasta el sábado no podrá conocerse quién gobernará el ayuntamiento de la capital los próximos cuatros años; depende de los leonesistas.