Santovenia de la Valdoncina | García tomó ayer posesión del cargo con el ánimo de crear infraestructuras
El alcalde exige más protagonismo del municipio en el polígono de León
Las primeras tareas de gobierno serán cambiar las normas de urbanismo y mejorar los servicios
El popular Gregorio García se convirtió ayer en el primer alcalde del alfoz leonés que pone en marcha la Corporación municipal que funcionará durante los próximos cuatro años. El nuevo alcalde de Santovenia de la Valdoncina aseguró, tras el pleno de constitución, que tiene prisa por empezar a trabajar en un ayuntamiento «en el que se hizo bien poco durante la pasada legislatura». Entre sus prioridades se sitúa el cambio de las normas subsidiarias de urbanismo, para compaginar el desarrollo residencial, industrial y de ocio en el municipio, así como mejorar la calidad de vida de los vecinos con nuevas infraestructuras de saneamiento, alumbrado y asfaltado. García tiene claro, además, que Santovenia de la Valdoncina debe jugar un papel más importante que el que hasta ahora ha ejercido en el consorcio del polígono industrial de León, que va a desarrollar el Sepes. «No vamos a permitir -asegura- que nos vuelvan a traer las basuras y, en cambio, no veamos lo bueno. vamos a estar muy atentos al tipo de empresas que quieran instalar en nuestro suelo y lucharemos para tener mayor protagonismo en el consorcio del polígono, porque la práctica totalidad del terreno de la segunda fase, que tanto se anuncia estos días, pertenece a Santovenia». El Ayuntamiento de León ha presidido tradicionalmente ese consorcio, pero el nuevo gestor de Santovenia no quiere que el municipio se quede fuera del cobro de las licencias de instalación y construcción de las nuevas naves del vivero. Gregorio García ha alcanzado la Alcaldía de Santovenia gracias a un pacto con la agrupación independiente que lidera Raoul Johnson Thomas, que ejercerá como primer teniente de alcalde. Ambos confían en poder traer una guardería, un centro de día y otras infraestructuras que hagan más cómoda la vida en el ayuntamiento. También vigilarán que el Tren de Alta Velocidad no parta en dos el pueblo de Villacedré, o, en su caso, que reciba fuertes compensaciones para anular el impacto ambiental.