El Plan de Calidad aconseja una reforma profunda en el diseño de estas titulaciones
El MEC confirma el bajo rendimiento académico de las ingenierías técnicas
El fracaso es mayor en los alumnos que proceden de FP que los que llegan de la selectividad
Las ingenierías técnicas y superiores sufrirán importantes cambios con la adaptación al sistema universitario europeo. Así se desprende tras los resultados obtenidos en el informe transversal del Rendimiento Académico de las Ingenierías Técnicas que ha realizado el Consejo de Universidades a través del Plan Nacional de Evaluación de la Calidad de las Universidades. Un estudio del que se desprende que el 14% de la población estudiantil universitaria está matriculada en enseñanzas técnicas de ciclo corto a pesar de que son las carreras que peores resultados académicos presentan. Uno de los aspectos más negativos son los planes de estudios que tienen una antigüedad de nueve años y una carga lectiva de 228 créditos, de los cuales ocho y media corresponden al proyecto fin de carrera. Según los datos analizados, al finalizar el tercer año de carrera, de cada cien estudiantes que ingresaron, uno se ha titulado, 60 siguen matriculados y los 39 restantes han abandonado los estudios. Desde el punto de vista de la preparación adquirida, al margen del 1% de estudiantes que se han graduado en el tiempo previsto, un 2% están pendientes tan sólo del proyecto fin de carrera, un 11% ha superado tres cuartas partes de la carrera, un 20% ha logrado pasar la primera mitad y el 66% restante no ha superado siquiera la mitad de los créditos de la titulación al cabo de los tres años, lo que implica, si siguen matriculados en el sistema, que no cumplen los requisitos para poder realizar prácticas en empresas. El análisis realizado por el Consejo de Universidades permite comprobar como es el retraso en los estudios ya se empieza a producir desde el primer curso. Así, las cifras confirman un bajo rendimiento académico en las ingenierías técnicas, aunque muestran una gran dispersión. Donde si se encuentran diferencias significativas en cuando se compara el rendimiento de los estudiantes que acceden a los estudios a través de las pruebas de acceso a la universidad con los que lo hacen a partir de sus estudios de formación profesional. Así, mientras la tasa de abandono para los primeros es del 21% para los segundos es del 39%. Las mayores diferencias se producen en el primer curso que es también cuando los alumnos dejan la carrera.