Una larga polémica

En los años 90 comenzó la polémica ante la necesidad de ampliar el embalse de Casares de Arbás, con el fin de garantizar la llegada de agua al Bernesga y el caudal ecológico cuando llega el verano. Desde entonces, la polémica ha marcado la construcción de esta infraestructura. Febrero 2000 CDH y la sociedad estatal Aguas del Duero firman un acuerdo para invertir 175.000 millones en toda la Comunidad. Entre los proyectos se apunta el de recrecimiento de la presa de Casares de Arbás. Noviembre 2000 La Unión Europea anuncia la financiación del 85% del coste total del proyecto, que asciende a 16 millones de euros. El proceso de expropiaciones comienza a provocar reacciones negativas entre los vecinos. El proyecto cuenta con 700.000 euros destinados a la expropiación de más de 300 hectáreas que serían anegadas. Las cantidades son muy pobres, dicen los vecinos cuando las tierras son el medio de vida de la población de esta localidad. Marzo 2001 Aguas del Duero anuncia la adjudicación de las obras de la presa a la unión temporal de empresas de OHL y Agua y Medioambiente. Aumentará de siete a 37 hectómetros cúbicos su capacidad. Mayo 2001 Los vecinos comienzan las movilizaciones por el bajo precio al que se expropian las fincas. Vecinos y tractores impiden iniciar las obras. Cargas policiales y continuos incidentes terminan con la intervención del subdelegado y detenciones de varios vecinos. Junio 2001 El 30% de los afectados aceptan el acuerdo y los vecinos comparecen en los juzgados. Las obras continuan. Verano 2004 Según Aguas del Duero, finalizarán las obras de la presa de Casares.