El cierre de 77 unidades de enseñanza acaba con cien empleos, según CC.OO.

El secretario general del sindicato de Enseñanza de Comisiones Obreras (CC. OO.), Ignacio Fernández criticó ayer con dureza la reciente decisión de la Dirección Provincial de Educación de cerrar 48 unidades públicas de enseñanza infantil y primaria de la provincia «de espaldas a la comunidad escolar», es decir, «sin ningún tipo de negociación». Ello pese a que, «todo lo que se refiere a plantillas es objeto de negociación entre la Administración y las centrales sindicales representativas». Es más, otra representante del sindicato, Rosa San Martín, indicó que «la negociación comenzó en enero, cuando la Dirección Provincial hizo una doble propuesta de supresiones, una con 37 y otra con 39 más». Aunque, «quizás por el período electoral decidieron eliminar la segunda. Tras la negociación se consiguió que se suprimieron sólo 36 centros y en otra posterior de ámbito regional se redujo la cifra hasta 29». Sin embargo, como indica San Martín, «si a estas 29 le sumamos las 48 supresiones de julio en las que no se ha producido ninguna negociación, sólo en la provincia de León y en el presente año son 77 las clausuras reales». Una decisión que para Fernández es de tipo político ya que con ella se quiere «financiar la Ley de Calidad, que obliga a la generalización de conceptos en infantil y que no viene financiada». De este modo el dirigente sindical atribuye las concesiones de marzo «al período preelectoral, en el que la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León consideraba una mancha decir que se cargaba cien puestos de trabajo en León». En este sentido, Fernández recordó que «cuando hablamos de unidades nos referimos a puestos de trabajo que se pierden». Un hecho que «entra en contradicción con lo manifestado en el discurso de investidura por el presidente de la comunidad, porque si uno de sus objetivos es recuperar la población rural no puede cerrar sus escuelas». Por todo ello, y pese a que hace escasos meses considerara una decisión acertada el nombramiento de Emilio Gutiérrez como director provincial de Educación, Fernández no duda en afirmar que «Gutiérrez se ha plegado a las exigencias de la Consejería y ha sacrificado una serie de puestos de trabajo, lo que resulta imperdonable y habrá que pedirle responsabilidades por ello». No en vano, «cuando se alega que desciende el número de matriculas para cerrar unidades siempre pensamos que tiene que haber otras consideraciones», subrayó el director provincial.