«Mi explicación del pacto es que el socio nos engañó y cambiamos de socio»

Es empleado del archivo de la Universidad. Está casado y tiene un hijo. Fue concejal de Patrimonio con el equipo de Mario Amilivia. Ahora dice aprovecharse de sus «dos jefes», el alcalde, Francisco Fernández y su jefe de partido, José María Rodríguez de Francisco. Está obsesionado con el presupuesto y con los «agujeros» que presuntamente le han legado sus predecesores. Va a recortar la programación del Auditorio, aunque asegura que no la calidad. Entre sus objetivos prioritarios está conseguir que el Auditorio se autofinancie en el plazo de tres años; para ello, está decidido a bajar el precio de las entradas para conseguir más público. Dice que con Amilivia nunca ha podido hablar de política. -¿Por qué cambió la Concejalía de Patrimonio por la de Educación y Cultura? -Porque en Patrimonio la experiencia fue horrible y he preferido que sea otra persona la que lo vuelva a intentar. -¿No es un gesto cobarde? -He dejado ocho tomos de escritos que presenté y una carpeta con los que me contestaron. Así no se puede trabajar. -¿Va a ser antes concejal de Educación que de Cultura? -El área de Educación tiene menos dinero y más usuarios, así que hay que añadir más porque lo necesita. Además, llegan nuevas competencias este año. -¿Es cierto que ha dicho en algunos círculos que si por usted fuera derribaría el Auditorio? -El Auditorio se ha abierto mucho antes de lo que debía, sin haberse acabado y sin presupuesto. Se abrió al público con enormes deficiencias administrativas. Nos hemos encontrado con que hay que ponerlo todo al día. La presión de la ciudad obligó a abrirlo con obras pendientes y costosísimas. Están inacabados los sótanos, algunas oficinas y las cabinas y hay palcos que restaurar para que sean operativos. El Auditorio ha consumido en un año más dinero que todo el previsto para Cultura. -¿Se va a mantener la misma programación de calidad de la primera temporada? -Sí. La sala tiene una audición maravillosa; eso significa que todo el mundo quiere venir a cantar aquí. Ya hemos empezado a grabar discos. La programación del primer año le ha dado un nombre en España y eso no se puede tocar. La ciudad reclamaba un Auditorio, pero no va suficiente gente. Hay que actuar en lo que falla. El objetivo es solucionar la parte administrativa en un año y conseguir la autofinanciación en tres. -¿Cómo van a conseguir que el Auditorio se autofinancie? -Hay muchas fórmulas. Buscaremos patrocinadores para cada espectáculo y más público. Va a haber una selección de las actuaciones que se lleven al Auditorio fuera del programa. No todo puede ir al Auditorio. Es un error llevar ciertos conciertos de cámara que atraen a sesenta personas. Se está pensando que éstos vayan a otra sala, al igual que los espectáculos infantiles. -¿Tiene algún as en la manga? -No lo debo contar. Hay planes, pero no para este año, que hay que centrarse en quitar deudas. -¿Obedece órdenes de Francisco Fernández o de José María Rodríguez de Francisco? -O de los dos. Según los días. También he discutido con los dos, porque el presupuesto está flojo. Yo me sirvo de ambos para llegar a muchos sitios. -¿Va a haber una política de contratación de artistas diferente? -Hasta fin de año no hay nada que contratar, porque o ya ha quedado hecho o no hay dinero. Ya está contratada la Red de Teatros para los próximos seis meses, el Festival de Órgano, la programación de la Casa de Cultura de Armunia y las actividades culturales de las tres pedanías. Con eso, llegamos a Navidad. -¿Los ciudadanos entienden que ustedes se hayan casado con el PP y ahora con el PSOE? -Los ciudadanos votan cada cuatro años y ahora tienen cuatro para estudiar lo que estamos haciendo. Si no les gusta, nos echarán. Mi explicación del pacto es que el socio nos engañó y decidimos cambiar de socio. -¿Cuál será su gran obra en esta legislatura? -Esperaría un poco para decirlo. La cultura autóctona hay que mejorarla y también la que produce la gente más joven. Hay que actuar en estos dos frentes. -¿A qué artista le gustaría traer a León? -Me encanta la fotografía, por eso me gustaría que hubiera exposiciones de fotografía artística y también me gusta el arte antiguo. En el Auditorio yo pediría más piano. -¿Tiene usted oído? -Sólo para el piano y el canto de sopranos. -¿Qué pasa con el Museo de la Ciudad y con el de Semana Santa? -Los museos pertenecen a la Concejalía de Patrimonio. El problema es que no tienen presupuesto. No hay dinero. Sólo el Auditorio se come 300 millones en calefacción y cachés. Evelia Fernández tiene planes y se mueve, se pasa el día llamando al Ministerio. -¿Va a aumentar el presupuesto de su concejalía? -Tiene que aumentar. Este año tenía 250 millones de presupuesto, pero las deudas, lo gastado y lo previsto hasta Navidad suman 635 millones. O me dan más o no se puede con la risa. El concejal no va a cerrar nada. Si no hay más dinero, que lo decida el alcalde. -¿Cómo se lleva ahora con Mario Amilivia? -Le veo en las comisiones, pero antes le veía menos. Hablamos normal en la calle, pero de política nunca pude hablar con él, y eso que le conozco desde hace veinte años. -¿Qué puntuación le pone a su gestión como concejal de Patrimonio? -Con lo que me dieron hice maravillas. No tenía ni despacho ni teléfonos y dejo ocho tomos de propuestas y algunas realizaciones.