Y casi todos contentos
Javier García Prieto ha tenido la virtud de dejar contentos a todos (a casi todos) en el reparto de poder que ha llevado a cabo en la Diputación. Ha renovado a dos de los cuatro vicepresidentes, lo que más peso tenían en la casa, como son Cipriano Elías Martínez y Ramón Ferrero. Sin embargo, al primero, trabajador incansable, le ha llenado de competencias, nada menos que Economía, Patrimonio, Medio Ambiente (sin olvidar el CTR), etcétera. Quizás Ferrero ha recibido menor premio a sus años de dedicación, aunque mantiene Personal, al que deberá dar un considerable giro, y se convierte en el viceportavoz del grupo. Los hombres fuertes pasan a ser Juan Martínez Majo, tal y como se esperaba, que pasa a ser el número dos de la casa y Francisco Castañón, quizás la mayor sorpresa de la jornada, que será el segundo vicepresidente y quien reparta las obras de los planes provinciales... Por lo demás, Natividad Cordero debe estar encantada con el Instituto Leonés de Cultura que era lo que quería, al igual que Pedro Vicente Sánchez, que suspiraba por Turismo y además le han dado el caramelo de la última de las vicepresidencias. También han quedado satisfechos los bercianos. López Placer seguirá controlando el Bierzo desde la casa. Agustín García Millán sigue en lo suyo, en Bienestar Social y Constantino Valle con el Hábitat Minero. El salto cualitativo lo da Ángel Calvo, que agarra Infraestructuras. También Enrique Gil llevará lo que le gusta, Deportes, así como Lupicinio, que recibe Agricultura (es lo suyo) y además Promoción Industrial de propina. Lo dicho, todos contentos, a la espera de cumplir un mandato menos complicado que el anterior, a la espera de las dedicaciones exclusivas y a la espera de saber que cuatro se quedarán fuera de la comisión de gobierno.