La Junta pide las obras para las cuencas sin consultar a la comisión de minería

Los sindicatos mineros recibieron ayer con sorpresa e indignación la noticia de que la ya extinta Consejería de Industria, que dirigía José Luis González Vallvé, ha solicitado sin el consenso y la aprobación tradicional de la comisión regional de minería proyectos por valor de 72 millones de euros para infraestructuras en las cuencas con cargo a los fondos mineros del 2003. En el transcurso de una reunión de trabajo con los responsables del Instituto del Carbón para evaluar el resultado de la reconversión y reactivación minera, el gerente de este organismo, Juan Miguel Benítez, sorprendió a los agentes sociales con la noticia de que la Junta ha incumplido, por vez primera, el compromiso de consensuar estas partidas con ellos, los alcaldes y los empresarios carboneros. El secretario regional de FIA-UGT, Manuel López, fue el más crítico. Aunque aseguró que el Instituto, cumpliendo el compromiso que tiene adquirido, no aprobará nada que no esté visado por la comisión, para el ugetista lo más grave no es ya que hayan obviado al sector por primera vez sino que se incluya el plan turístico integral para las cuencas, valorado en 36 millones de euros, que ha recibido el rechazo de los sindicatos y de muchos alcaldes y que aún no está cerrado, puesto que al original se le han añadido proyectos hasta por encima de los 50 millones: «El proyecto turístico no es aceptado bajo ningún punto de vista por los sindicatos mientras se mantengan cosas como los campos de golf». El secretario provincial minerometalúrgico de CC.OO., Alberto González, abundó en una dato que también menciona el ugetista: para los sindicatos, especialmente para Comisiones, no valen no ya proyecto no consensuados sino un plan que deriva fondos fuera de los municipios más mineros y a proyectos «dudosos» para la reactivación de las cuencas. No obstante, le parece más grave aún que a día de hoy aún no hay propuestas de la Junta y que este año pueda acabar en blanco para los fondos en León porque haya habido cambios políticos o los sindicatos hayan sido inflexibles en lo tocante al plan turístico. Y «sin contar con los sindicatos van a tener problemas».