«El buen control sobre el gasto puede lograr maravillas, sin más fórmulas»

Nunca había estado vinculada con la política hasta que hace unos meses la UPL le hizo una oferta. «Buscaban un equipo de personas preparada y más profesional que política». Aceptó el reto porque le pareció interesante. Es consciente de que está al frente del área más difícil. Tiene 33 años. Licenciada en Empresariales, auditor de cuentas, especialista en implantación de sistemas de calidad y profesora en la Universidad de León. -Así que se ha encontrado el Ayuntamiento al borde de la quiebra. -El nivel de endeudamiento ha alcanzado unos límites increíbles. Y efectivamente, de no corregirse la situación, podríamos llegar a una quiebra técnica. Así que antes de la primavera del 2004 debemos encauzar todo esto. -¿En qué consiste extactamente una quiebra técnica? -Si eso ocurre, no podríamos atender ya a nuestras primeras obligaciones, como el pago de los salarios a los trabajadores y los intereses financieros. -A parte de que la difícil situación económica es una cuestión común de todas las corporaciones, usted ya ha comentado que además hubo una mala gestión en los anteriores mandatos e incluso habla de despilfarro. -Creo que esta situación se arrastra desde hace al menos diez años o quizá algo más. Sería necesario analizar todos los ratios para ver cómo y por qué ha ido creciendo esta pelota. Desde luego ha habido mala gestión, que la ciudad esté tan bonita ha supuesto grandes gastos. También Barcelona ha mejorado toda la urbe y su ayuntamiento está endeudada hasta las cejas. Necesariamente las arcas municipales se endeudan ante una gestión, pero hay que ver hasta qué nivel. También hay que tener en cuenta que no somos una empresa privada y no tenemos obligación de generar beneficios. -El nivel de endeudamiento se acerca al 170% y Hacienda obliga antes de final de año a situarse por debajo del 110%, ¿qué hará? -Podemos solicitar a Hacienda permiso para endeudarnos más, pero debemos presentar antes un plan sólido para que permita que lo hagamos. Por eso estamos trabajando en el plan de ahorro institucional. -¿En qué consistirá? -Se trata de poner en marcha una serie de medidas concretas y estructurarlas de forma correcta. Dentro de este plan, también comenzaremos a elaborar las cuentas del 2004. Partiremos de un presupuesto base cero, es decir, se trata de equilibrar gastos e ingresos. Antes, en anteriores ejercicios estaba claramente engordado, se contabilizaban más ingresos de los reales para justificar inversiones. Precisamente el plan de ahorro, como digo, persigue ajustar los gastos a los ingresos reales para partir así de una situación más realista. De todas formas, antes de tres años no lograremos rebajar el nivel de endeudamiento por debajo del 110% -Tal y como dibuja la situación parece que el nuevo equipo de gobierno tiene ya hipotecada su gestión ante la falta de fondos. -Podemos seguir abriendo líneas de financiación. Por supuesto que se van a seguir haciendo cosas. Nuestra obligación es gestionar los fondos que llegan a las arcass y mantener todas las infraestructuras. Descarto obras faraónicas y apuesto más bien por una buena gestión de los fondos que destinemos a inversiones. No puede ser que algo tan costoso como el estadio no tenga una buena dirección de obra. -Da la impresión de que el famoso crédito sobre La Lastra (60 millones de euros) no ha servido demasiado para subsanar la situación de las arcas. -Ya he pedido un informe para analizar en qué fueron gastados los primeros 30 millones de la primera fase y cón qué criterios. Quiero saber a quién se pagó.