Las subvenciones no varían hasta que entre en vigor el nuevo régimen de asistencia en el 2004
Un experto del Ministerio tranquiliza a los ganaderos ante el ajuste de las ayudas
El responsable de cuotas ganaderas de Agricultura ofreció una conferencia sobre la nueva PAC
Las reformas introducidas desde Bruselas en la política de ayudas al campo tiene muy preocupados a los agricultores y ganaderos leoneses, Después de que en junio los eurodiputados de la comunidad votasen en contra de un Política Agraria Común (PAC) que perjudica a León, con motivo del XX aniversario de Inatega, un representante del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha sido en encargado de explicar a los ganaderos leoneses los entresijos de este nuevo programa de ayudas tras los últimos cambios. Bajo el título «El futuro de la PAC en los sectores ganaderos», Antonio Fernández y García de Vinuesa, jefe de área de cuotas ganaderas de la Subdirección General de Vacuno y Ovino del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, dirigió la ponencia y se mostró apaciguador ante los numerosos ganaderos que acudieron y que, según demostraron durante la ronda de preguntas, aún se muestran escépticos hacia las decisiones de Bruselas. Vinuesa se ciñó al acuerdo final alcanzado en junio de este año y explicó por qué ha cambiado el régimen de ayudas. La adhesión de 10 nuevos estados a la Unión Europea en el 2004, entre ellos Polonia, el «monstruo ganadero» de Europa, y el debate surgido por las quejas de los Países en Vía de Desarrollo acusando a la Unión Europea de «proteccionismo» de la ganadería, han llevado a Bruselas a introducir cambios generales en las ayudas, entre los que destaca el pago fijo y las ayudas sin producir, y cambios sectoriales. Entre estos destaca el que experimentará el sector lácteo, que recibirá también subvenciones a partir del 2004. La cuestión que más preocupa a los ganaderos comienza cuando los ministros de Agricultura de los Quince aprobaron hace dos meses la congelación de ayudas. Esto es, los ganaderos recibirán el mismo dinero que venían recibiendo hasta ahora, hasta el 2004. Después cada ganadero recibirá unos derechos en función de lo que haya cobrado durante los años 200, 2001 y 2002. Estos derechos, de un valor particular en cada caso, se podrán ejercer, es decir, usarlos para solicitar ayuda, perder (si no se usan en tres años), transferir (con o sin tierras), alquilar (siempre con la tierra) o recibir de la reserva nacional. Este reserva servirá para resolver los problemas de implantación del nuevo sistema y para la incorporación de ganaderos jóvenes, y se alimenta de los derechos sin usar y de las comisiones que se cobran de cada transacción. Las contrapartida de esta congelación será, según Vinuesa, «esperar a las exigencias de Bruselas sobre la calidad de las parcelas ganaderas». Las principales preocupaciones de los asistentes se dirigen a que no interesa a los ganaderos veteranos traspasar sus explotaciones a los jóvenes, principalmente por dos motivos: porque siguen dando dinero y porque los jóvenes tienen más difícil encontrar un lugar en el mercado ganadero. Su consejo: «no penséis en las ayudas, intentad levantar las empresas por vosotros mismos».