«Cuando yo empecé los políticos eran casi inocentes»

-¿En más de veinticinco años de política que usted lleva en activo en qué ha cambiado la política y la profesión? -Creo que había una inocencia entonces que ahora ya no existe o, al menos, esa es la diferencia mayor que yo encuentro. ¿Si en este tiempo me han apuñalado muchas veces por la espalda, como vulgarmente se dice? Alguna vez sí, aunque enseguida intentas olvidarlo. Eso también es habitual en este mundo en que nos movemos. En estos años dedicados a la política he tenido momentos buenos y malos. Los mejores tal vez fueron cuando con el CDS obtuvimos, al principio, unos resultados impensables entonces para un pequeño partido, haciendo luego un gobierno de coalición en Castilla y León con el PP. En cuando a momentos difíciles, yo creo que para mí fue también la desaparición del CDS porque suponía enterrar un proyecto en el que habíamos derrochado muchos años de trabajo y, sore todo, de ilusión, además de suponer el adios a un gran personaje de la política, que era Adolfo Suárez. -Usted fue también firmante del «pacto civico» que unió al PP, el PSOE y CDS para echar al entonces alcalde Juan Morano de parte de Amilivia y Zapatero. ¿Tal como andan las cosas entre PP y PSOE es aquella agua pasada que más vale dejar correr? -Lo que se hizo en aquel momento yo creo que está plenamente justificado y que, además, no fue un pacto entre personas, sino entre partidos con todo lo que eso significa. Yo creo que en esta vida sólo debe uno aprender y arrepentirse de los errores, pero aquel no fue el caso y, de hecho, la vida municipal leonesa cambió desde ese momento. ¿Si cada uno de los firmantes, incluído Zapatero, ha seguido después su camino? Eso es lo normal. De los que firmanos aquel pacto político todos seguimos en activo.