Los inmigrantes repueblan León En Castilla y León la inmigración crece un 60%

El censo de extranjeros legales en la capital leonesa aumentó un 12% en lo que va de año. Actualmente hay en la ciudad 3.763 foráneos, es decir 415 personas más que en el 2002 .Atendiendo a la nacionalidad, los colombianos (782) son los más numerosos y representan el colectivo más importante de León. Le siguen los ecuatorianos (405), los marroquíes (278) y en menor número, portugueses (227) y rumanos (225). Son ya más de 3.000 los inmigrantes que están cotizando a la Seguridad Social, principalmente procedentes del sector de la minería, la agricultura, el empleo del hogar y los trabajos autónomos. El perfil de las personas que vienen en busca de oportunidades, que en muchos casos les son denegadas, está bien definido. La mayoría son mujeres (2027), aunque hay más de 1700 hombres. Tienen un nivel de estudios medio y edades comprendidas entre los 20 y los 40 años. La mayor parte de ellos están solteros, pero residen en viviendas familiares compartidas con otros compañeros. A pesar de que la mayoría tiene estudios y un buen nivel cultural, más del 30% está en el paro, frente a un 20% de los varones leoneses. Donde apenas existen diferencias entre los dos grupos culturales es en la escolarización de sus hijos, que se mantiene en niveles equivalentes. No obstante, destaca que hay más universitarios foráneos que locales. Con el importante problema de despoblación que sobrevuela el campo geográfico de la capital, este incremento es un dato positivo y alentador, aunque la elevada tasa de paro dentro de este sector se convierte en una lacra dificil de superar. Este fenómeno, gestado gracias a las desigualdades socioeconómicas entre diferentes países, parece imposible de parar. Lugares como España disponen de una oferta de trabajo, que endulzada mediante los medios de comunicación, se convierte en un «paraíso» para la inmigración. Las migraciones humanas, al menos las voluntarias, si es que se las puede calificar de esta manera, vienen motivadas por la mejora en las condiciones de vida. El mundo en el que viven se caracteriza por una gran pobreza que convive entre la abundancia de los «privilegiados». La inmigración tiene muchos aspectos positivos en relación con la demanda de ciertos trabajos y sobre todo por esa incidencia en la natalidad y, por tanto, en el futuro demográfico y económico de León. Existen ciertas dedicaciones laborales que no son atractivas para los ciudadanos, por eso son necesarios. Pedir la nacionalidad La obtención de la nacionalidad por residencia está regulada por el artículo 22 del Código Civil. Después de largos y cansados trámites, el peticionario es citado por uno de los miembros de la Comisaría de la Policía Nacional que le realizará una entrevista para que después, el Ministerio del Interior, elabore un informe. Más tarde la persona, si la consigue, es llamada para jurar la Constitución. Por otro lado no hay que olvidar que también hay ciudadanos que vienen a España sin ningún tipo de documentación ni dedicación laboral. Y que, por lo tanto, su medio de subsistencia está basado en el submundo de la delincuencia. Los actos delictivos cometidos por estas personas se han multiplicado casi por tres en lo que va de año, pasando de 34 detenciones en el 2002 a 60 sólo entre los pasados meses de enero y mayo. Los principales delitos que cometen se limitan a pequeños hurtos y robos en comercios y viviendas. Fuentes policiales subrayaron recientemente que el grueso de la denuncias corresponden a foráneos residentes en otros lugares que ocasionalmente barren la provincia y generan inquietud entre la población. Atendiendo a las explicaciones de las mismas fuentes en León, sigue sin haber bandas organizadas, al menos con carácter permanente. Junto a la comunidad rumana la que más preocupa a la policía es la colombiana por sus fuertes conexiones con el narcotráfico. Para conseguir que este colectivo no se convierta en una amenaza para los habitantes es preciso generar puestos de trabajo y establecer cupos. El número de inmigrantes inscritos en el padrón del 2002 de Castilla y León creció un 60,47%, lo que sitúa a la región en cuarta posición en cuanto al crecimiento del número de foráneos, según los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Concretamente, a 1 de enero del 2001 había 26.572 ciudadanos extranjeros, mientras que a 1 de enero del 2002 está cifra aumentó hasta los 42.640, es decir 16.068 personas más. Este incremento es un dato alagüeño. Más de 25 años Predominan los varones (53%), frente a las mujeres (47%), aunque con variaciones dentro de cada grupo o nacionalidad, y por edad casi un 60% tienen entre 20 y 44 años, siendo más numerosos los que se encuentran entre 25 y 34 años, que constituyen el 30% del total. El 22% tienen más de 45 años y el 18% menos de 20. La mayoría han nacido en países iberoamericanos y en la Unión Europea.