Marte se lució como estrella
Cientos de leoneses trasnocharon para ver el planeta rojo desde el Observatorio del Coto Escolar en un acto organizado y guiado por la Asociación Leonesa de Astronomía. La última vez que estu
Imagen tomada desde el observatorio Pedro Duque de León
El día más nublado de agosto se apiadó de los cientos de curiosos que no quisieron perderse una ocasión que no se presentaba desde hace unos 60.000 años, y que no volverá a repetirse hasta el año 2287: la coincidencia en las órbitas de la Tierra y Marte alrededor del Sol en el punto más cercano posible entre ambos planetas. Los miembros de la Asociación Leonesa de Astronomía no quisieron defraudar a los centenares de leoneses que se acercaron por el Coto Escolar para contemplar Marte desde el observatorio Pedro Duque. Un telescopio ofreció las imágenes a través de una pantalla, desde las once de la noche; otros tres telescopios, colocados en el exterior, facilitaron el avistamiento del planeta a los asistentes que desbordaron las previsiones de los organizadores y la capacidad del observatorio. La distancia entre el planeta azul y el rojo era ayer de sólo 55,76 millones de kilómetros, una separación abismal para cualquier referencia terrenal, pero que normalmente se multiplica casi por nueve. Además, la órbita elíptica de Marte alrededor del Sol deja al planeta vecino en oposición con el astro rey, y por lo tanto visible. Estas circunstancias hacen que Marte, el vecino más próximo de la Tierra dentro del sistema solar, sea más vecino que nunca, y que por lo tanto el momento sea ideal para su contemplación. Aunque ayer fue el día central de un periodo ideal para la contemplación del planeta rojo, las condiciones siguen siendo muy buenas hoy y permanecerán durante los próximos días, según confirma Jesús San José, el presidente de la Asociación Leonesa de Astronomía, que anima a quien aún no lo haya hecho a fijarse en Marte durante estas noches. Para hacerlo hay que tener en cuenta que este planeta será visible hacia el Sureste entorno a las once, y aparece bastante bajo, a unos veinte grados por encima del horizonte. Un buen punto puede ser la Candamia o cualquier lugar en el que el Sureste quede libre de obstáculos, y Marte aparecerá por ese punto, como a una cuarta del horizonte con el brazo estirado; para diferenciarlo de una estrella está su tono rojizo y que no parpadea.