Vuelven los exámenes deseptiembre

Los exámenes de septiembre parece que estaban perdiendo su tradicionalidad. Los alumnos de primaria y secundaria ya no tenían que estropear sus vacaciones por estudiar y, como mucho, se dedicaban obligados por sus padres a rellenar las páginas de Vacaciones Santillana. Pero ha llegado la Ley Orgánica de Calidad Educativa (Loce) y este año los de secundaria empezarán a conocer el maravilloso mundo del mes de septiembre. Hasta el curso que ha finalizado hace un par de meses, los centros establecían el número máximo de suspensos para promocionar, pero a partir del nuevo plan, sólo pasarán de curso aquellos que suspendan menos de dos asignaturas, siempre y cuando estás dos asignaturas no pertenezcan a las áreas instrumentales, es decir, que no sean ni lengua y literatura, ni matemáticas. Para que uno se haga la idea de cómo cambian los planes, lo mejor es aportar datos extraidos de la Dirección Provincial de Educación. En el curso 2000-2001, se matricularon en educación primaria 12.495 alumnos en toda la provincia y sólo 681 no pasaron de curso, teniendo en cuenta que hubo 6.340 suspensos, siendo la signatura peor llevada Inglés, con 1.561 suspensos, seguida muy de cerca por Lengua Castellana y Literatura, con 1.510 suspensos. En secundaria cambian un poco las cosas. El número de matriculados en el curso 2000-2001 fue de 17.908 y no pasaron al curso siguiente 4.507. En este caso, hay que tener en cuenta que promocionaron con una calificación negativa en cuatro o más áreas 1.714 alumnos. En el curso siguiente, 2001-2002, los datos no varían. En primaria hubo 11.892 matriculados y 687 no pasaron de curso, a pesar de que hubo 6.195 suspensos. Y en secundaria, de 17.013 matriculados, no promocionaron 3.879 alumnos. De los que pasaron de curso, tuvieron cuatro o más calificaciones negativas 1.542 alumnos. Con la Logse, las academias dejaron de organizar cursos de verano para los suspensos, ya que no les interesaba contratar profesores para los alumnos que suspendían alguna asignatura en bachiller, pero quizá con la Loce volverán los suspensos a las academias como hace unos pocos años. Elías Crespo Llamazares se considera un experto en cursos de verano, ya que lleva 33 años preparando estos cursos para los suspensos en su academia, llamada precisamente La Academia por influencia platónica. «Esto demuestra mi torpeza, afirma Elías, no sé lo que son unas vacaciones, pero disfruto haciendo el curso de verano». Elías quiere acabar con los tópicos sobre las academias y asegura que «la sociedad está equivocada al creer que las academias hacen el agosto en verano. Hoy es totalmente falso. Al desaparecer los exámenes de la ESO en septiembre, no existen alumnos abundantes para ese agosto». Y en una ataque filosófico añade: «La mies es escasa y los jornaleros muchos, aunque hay academias que desisten del curso de verano». Y es que los cambios mejoran la situación de algunos, en este caso la de los suspensos, y empeora la de otros, es decir, la de los profesores de academia. Elías ha tenido este verano sólo 60 alumnos, cifra que no compensa a la hora de contratar profesores. «El consumismo prima sobre la enseñanza. Hoy nadie sacrifica las vacaciones por los suspensos del hijo, lo cual es justo, pero el hijo sale beneficiado», afirma rotundamente Elías. Otro tema es la selectividad, reválida y demás sistemas de selección. Elías asegura que es partidario, «la selección no es traumática, no digo cómo debe hacerse, pero hay que hacerla. Las cribas son buenas». Este director de academia cree que la selección sirve para orientar al alumno, además «hoy la sociedad cree que la universidad es sinónimo de trabajo, pero hay módulos. España necesita fontaneros, no licenciados. La Universidad de León da formación, no puestos de trabajo, dijo una vez el motivador de tal univesidad, José Luis Sotillo», recuerda Elías. El profesor también propone que si una persona no va a la universidad puede reinserarse a ella después, si cree que ese era su camino. «Preparo el acceso a la universidad para mayores de 25 años, que es una forma de reinsertarse en el mundo universitario». Ser educado es importante, pero ser orientado también lo es.