Una veintena de sindicalistas protestaante la empresa del empleado agredido
El sindicato Comisiones Obreras cumplió con lo prometido y ayer por la mañana se reunió una veintena de delegados sindicales frente a la empresa Gabino Salgado S. L., con domicilio social en el municipio de San Andrés del Rabanedo, para manifestarse contra los tratos que el propietario y sus hijos dispensan a los trabajadores, especialmente después de que uno de ellos fuese agredido el pasado martes y sufriera la fractura de una costilla. Además el responsable de Acción Sindical de la Federación de Construcción y Madera de CC.OO. en Castilla y León, Evelio Domínguez, ha formulado una denuncia ante la inspección de trabajo contra la citada empresa, dedicada a la fabricación y acabado de melanina para muebles, alegando, junto a varias irregularidades en las instalaciones, «prácticas atentatorias contra los derechos fundamentales al trabajo del ser humano, amenazas verbales de despido y contacto físico (empujones) contra los trabajadores», así como «trato vejatorio contra los que no son del clan familiar». Junto a la inspección de trabajo, también ha sido formulada una denuncia de tipo penal frente a la Guardia Civil de Armunia. Los hechos se produjeron el pasado martes 2 de septiembre, cuando el trabajador, Rafael Manso Blanco, fue agredido por uno de los hijos del propietario de la empresa para la que trabajaba, al parecer, debido a que se ausentó de su puesto para realizarse unas pruebas médicas para el asma que padece. Según Evelio Domínguez, «el trabajador se había incorporado de las vacaciones el pasado día 1 y, al padecer asma, tuvo que realizarse unas pruebas alérgicas. Cuando regresó de hacerse estas pruebas y le dijo al empresario que tenía que ir otro día al centro de salud a por los resultados comenzó la brutal agresión». Los manifestantes se concentraron a la entrada del local durante cerca de media hora. El propio agredido estuvo presente, pero rehusó hacer declaraciones a los medios de comunicación. Un antiguo trabajador de la empresa afirmó haber sido amenazado y obligado a aceptar un despido con indemnización ocho años atrás. La empresa cuenta con 12 trabajadores, de los que cuatro son hijos del propietario. El parte médico reveló la «fractura de una costilla del costado izquierdo, con dolor en los movimientos respiratorios y cambios de posición», además de «contusiones faciales».