Las labores de recuperación se iniciarán hoy a las diez de la mañana
La ARMH exhuma el cadáver de un fusilado de Villager de Laciana
El vecino que en su día fue obligado a excavar la fosa, señaló el lugar donde había sido enterrado
Los arqueólogos de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) inician hoy a partir de las 10.00 horas los trabajos para la exhumación del cadáver de Gabriel García Lozano, un vecino de la localidad de Villager de Laciana que fue asesinado el 18 de agosto de 1936 cuando contaba 40 años de edad y posteriormente enterrado en las inmediaciones del pueblo. Uno de los vecinos, que fue obligado entonces a cavar la fosa en la que se enterró a García Lozano con sólo 14 años de edad, señaló a sus familiares el lugar exacto en el que lo habían sepultado, por lo que el pasado viernes se procedió a cavar la zona con una máquina excavadora, localizando la bota del pie izquierdo. En las tareas de exhumación van a participar dos arqueólogos de la ARMH y un grupo de 8 voluntarios, según informó ayer el vicepresidente de esta asociación, Santiago Macías. La fosa se encuentra en una finca situada entre el polígono industrial y la glorieta de la carretera de Villager a Caboalles de Abajo. Una vez recuperados los restos mortales, y después de garantizar su identificación, se entregarán a su familia para que pueda ofrecerles una digna sepultura. Santiago Macías, señaló que «en este caso no hay ninguna duda de que corresponden a la persona que buscábamos, porque fue enterrado él solo y además la zona fue señalada con precisión por uno de los testigos de entonces». Gabriel García fue fusilado el mismo día en que lo fueron a buscar a su casa de Villager, donde vivía con su esposa y tres hijos, la más pequeña tenía entonces 6 días de vida. Precisamente ella y su hijo Cesar Rubén fueron los que se pusieron en contacto con la asociación para intentar recuperar los restos de su padre. Ésta es la segunda vez que la ARMH realizan en la zona trabajos para intentar recuperar los cadáveres de personas fusiladas como consecuencia de la guerra civil española. El pasado año se recuperaron los restos de 9 milicianos fusilados en 1937 en las inmediaciones de Piedrafita de Babia. En este caso las labores de identificación ha sido mucho mas complicadas ya que se cree que en los alrededores de la zona, puede haber al menos otra treintena de cadáveres. De hecho, las tres familias que tenían conocimiento de que alguno de sus familiares habían sido enterrados en esa fosa, se encontraron con la frustración de que las pruebas de ADN descartaban cualquier vinculación familiar con ellos.