Diario de León

| Entrevista | Marino Sánchez |

«Tenía que pasar, estaba visto»

Marino Sánchez, en un momento de la entrevista

Marino Sánchez, en un momento de la entrevista

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León

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? Marino Sánchez Pérez, conocido en el valle de Valdeón como Marinín el de Caín, tiene 31 años y trabaja en la cuadrilla de mantenimiento del Parque Nacional de los Picos de Europa, aunque también tiene cabras. Está casado, tiene dos hijos y, como muchos de sus vecinos que ayudaron en el accidente de tráfico del martes, circula todos los días por la carretera de Caín a Posada. El martes pasado, tras producirse el accidente de La Roble, Marino estuvo gran parte del tiempo que transcurrió hasta el rescate junto a Guillermo Herrero, la víctima del accidente, animándolo mientras permanecía atrapado en el interior del vehículo siniestrado en el lecho del río Cares. Como muchos de sus convecinos de Caín, no es la primera vez que presta su ayuda en un accidente en la montaña, ya que los habitantes de este pueblo suelen ser de los primeros que dan cuenta de un accidente durante sus recorridos en busca del ganado suponen y una valiosa ayuda para los accidentados, dado su conocimiento de la peña y su pericia moviéndose por ella. -¿Cómo se dio cuenta del accidente? -Yo estaba en un bar del pueblo, cuando llegó gente avisando de que había caído un coche al río en La Roble, así que subimos para arriba unos cuantos. Yo cogí unas botas de pescar porque había que meterse en el río, y cuando llegué allí estaba un señor alemán en vaqueros metido en el agua, que llevaba ya un rato y estaba ya casi helado. Él estuvo tanto como yo metido en el agua, pero sin botas de pescar. -¿Se hizo larga la espera de los servicios de rescate para el accidentado? -Yo estuve con Guillermo como la última hora. Él podía moverse, pero le aconsejamos que no lo hiciera y así lo hizo. Aguantó muchísimo allí metido y la espera siempre se hace larga en estos casos, pero demostró mucha entereza hasta el final, cuando lo rescataron. Sólo podíamos tranquilizarle; era lo único que podíamos hacer, irle informando de que ya había salido el helicóptero, que los médicos estaban al llegar y cosas así. No perdió la calma en ningún momento. -¿Le merece alguna valoración el accidente? -Pues que tenía que pasar, estaba visto. Con la cantidad de coches que pasan por esa carretera y las condiciones en que está, sobre todo ese tramo. Lo raro es que no pase más a menudo. Es el acceso a un pueblo en el año 2003, pero no lo parece.

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