«Yo por mí, sólo iría a baloncesto»

Elena Palau lo tiene muy claro: «Las actividades extraescolares las tienen que elegir los niños». Estudiante de tercero de ESO en el colegio de los Maristas, Elena tuvo el curso pasado casi todas las tardes ocupadas. Los lunes y miércoles de ocho a nueve de la noche inglés, los martes a las siete a piano y los miércoles y viernes a entrenamiento de baloncesto en el colegio. De todas estas actividades, Elena se queda con el baloncesto, aunque también confiesa que le gustaría asistir a voleibol. Para este curso, planea apuntarse a baile si no sale el grupo de baloncesto en el colegio. Para Elena, los alumnos deberían tener al menos dos tardes libres a la semana para realizar otro tipo de actividades o simplemente para dedicarse a las tareas colegiales. En este sentido, quiso recalcar cómo la tarde de los viernes es imprescindible que esté libre. «La tarde del viernes es esencial», concluyó. En cuanto a los idiomas se refiere, Elena asegura que los alumnos que deberían asistir a inglés o francés son aquellos que necesiten un refuerzo en estas materias. Según Elena, los deportes son las actividades más demandadas por los alumnos, bien porque es lo que más gusta o porque son necesarios para problemas físicos como la escoliosis. Otras versiones Por otra parte, hay otras alumnas que acuden todas las tardes a actividades extraescolares y no necesitan tener ninguna tarde libre. Éste es el caso de Beatriz Vega, alumna de 3º ESO del colegio Maristas San José, que acude a inglés, francés y gimnasia rítmica. Beatriz confiesa que, aunque no le importa no disponer de ninguna tarde libre a la semana, este año tal vez tenga que dejar la gimnasia rítmica porque no le da tiempo a preparar todos los deberes del colegio ni a estudiarlo todo. Asimismo, Beatriz, al igual que Elena, considera que son los niños los que han de decírles a sus padres a qué tipo de actividades quieren asistir y nunca ser obligados.