El acusado de Bernardo del Carpio se declara autor del apuñalamiento

Tiró el fiscal del hilo durante el interrogatorio al acusado, A. G. R., que declaró desde el primer momento la autoría del apuñalamiento que acabó con la vida de José Manuel R. G., con el que compartía piso, la mañana del 30 de agosto del 2002. Buscó la fiscalía un móvil y consiguió esta respuesta del declarado autor de los hechos: «Pues faltó a mi madre y yo, oiga, puedo aguantar cualquier cosa, menos que falten a mi madre». A. G. R. describió, ante las preguntas del ministerio público, detalles del conato de pelea que mantuvo con el fallecido y cómo utilizó varios cuchillos, el que arrebató al finado y los que buscó en la cocina, que usó para producir heridas «mortales de necesidad», según se expuso en la sala. Los sollozos entrecortados de los familiares al escuchar la muerte que sufrió José Manuel R. G., acompañaron la declaración de los investigadores del caso. Uno clasificó con precisión literaria la estancia que se encontró en el primero derecha de la calle Bernardo del Carpio -en el que vivía una tercera persona- al que acudió a la llamada de un vecino; otro, cómo trató de convencer al acusado de que se entregara. La policía entró en el lugar de los hechos a la madrugada siguiente de la comisión del delito: un hombre desangrado y huellas delatoras. Delatoras, también, unas fotos de carnet del acusado: «Llegué a lo que no tenía que haber llegado», dijo éste.