«No quiero ir al cole»

La fobia escolar, el pánico infantil o, lo que es lo mismo, el miedo a ir al cole es una situación que viven algunos niños, sobre todo en la educación infantil y en el primer ciclo de primaria. Quejas como «me duele la cabeza» o «me duele la tripa» son muy típicas justo antes de la hora de ir a la escuela; molestias que suelen disminuir e incluso desaparecer cuando se consigue el objetivo de quedarse en casa. Pero al día siguiente, vuelta a empezar. Esta situación es mucho más frecuente después de pasar una enfermedad, de unos días de fiesta o de unas vacaciones de verano. Y aunque según todos los expertos estos miedos forman parte del crecimiento de los niños, es conveniente saber cómo actuar ante un caso así. Éstas son unas sugerencias: -El primer paso es escuchar con calma los temores del niño. Nunca hay que descartarlos por insignificantes o faltos de sentido y mucho menos reírse de ellos. -Una conversación tranquila y desapasionada puede resolver el problema si no ha llegado demasiado lejos. -Si el niño quiere que los padres le lleven al colegio, y esto es posible, hay que marcar un número limitado de veces y recordarle ese límite. -El que tiene que resolver el problema es el propio niño, así que hay que darle una sensación de seguridad, formando algo así como una coalición con él, pero sin que se cree demasiada dependencia. -Si se sospecha que los temores proceden de situaciones reales, se puede ir a ver al profesor para que le ayude. Además, la mayoría de los centros cuentan con un psicólogo u orientador que puede intervenir cuando la situación de ansiedad sea incontrolable.