Un escaparate con cien opciones

Cruzar la entrada de la feria multisectorial de San Andrés del Rabanedo es adentrarse en un gran escaparate donde los colchones multiposición, las calefacciones o un sinfín de maquinarias compiten con talladores, joyeros de plata y especialistas en moldear el vidrio y las telas. En el recinto, que se inauguró el pasado jueves, juegan a mezclarse los olores de plantas aromáticas que se venden como ambientador con los que desprenden los productos gastronómicos típicos de León, que tampoco han faltado a esta cuarta cita. Claro, que uno, además de comer, leer la prensa, presenciar programas radiofónicos en directo y comprar muebles o regalos, puede hasta marcharse de viaje contratándolo en la agencia que ocupa uno de los cien stands del ferial. Incluso, las Fuerzas Armadas, Cruz Roja Española y Protección Civil se han decidido a mostrar al público su labor y captar voluntarios o futuros profesionales desde sus mesas. Según reconocen, ya han repartido decenas de dípticos informativos. En medio de tanto escaparate brillan con luz propia unas reliquias del patrimonio folclórico leonés de dos siglos de antigüedad. Se trata de varios trajes de baile, rodados y faltriqueras recuperados en los pueblos de la provincia o cedidos por los herederos. Hay atuendos de Babia, Astorga y la montaña. Madreñas que demuestran que este calzado no es exclusivo de Asturias y mandilones de pedrería cosidos a mano por las tatarabuelas y muestras de pendientes y adornos. «El valor es incalculable, primero, porque son piezas de las que sus propietarios no quieren desprenderse y, segundo, porque están hechas a mano. Decir que cuestan 1.800 euros a lo mejor es quedarse corto», asegura Camino Compadre, una de las veteranas profesoras de baile tradicional. Medio centenar de bailes En su currículo figuran 46 bailes diferentes, entre ellos, uno de 1968 recuperado en Grajal de Campo y que danzaban los labradores con madreñas y sombrero. Compadre echa de menos en León un museo dedicado a este patrimonio, como ya tiene Zamora. Entre la marea de stands también llama la atención el del taller de artesanía de León sociedad cosporativa, con sede en Valverde de la Virgen. Muestran una vidriera de tres metros y copias de joyas antiguas realizadas en plata y piedras. Una de sus socias, Maika García, reconoce que el público es muy agradecido al ver los dibujos de los cristales. Dentro de su labor, ha recibido encargos caprichosos. «Todo depende -explica- de lo que se quiera gastar el comprador. Lo más espectacular que hemos realizado fue una vidriera de 25 metros para la iglesia de San Pedro de Trones». Cincuenta empresas y un centenar de stands apoyan la feria, a la que se han incorporado como novedad los promotores de una escoba-fregona y los de un juego de sartenes con fondo deslizante. La lluvia y los apagones no impidieron que ayer continuara el goteo de curiosos en el recinto. El Ayuntamiento prevé que en los cuatro días de la Feria Multisectorial Camino de Santiago Francés se acerquen más de 30.000 personas. Hoy, a las 19.30 horas, actuarán los grupos de baile Peña Porrón, de Trobajo, y Tres Valles, de Villabalter.