¿De qué vamos a hablar?
Vale la pena concertar la entrevista con algo de tiempo para que el tutor pueda recoger información del resto del profesorado, por un lado, y para que desde la familia se observe con mayor atención el tiempo semanal que dedica a hacer los deberes, las dificultades que encuentra en sus estudios o su estado de ánimo y expectativas con el curso. En este intercambio de información, al tutor le vendrá muy bien que le cuentes: -El tiempo semanal que dedica tu hijo a estudiar -Su capacidad de concentración -El nivel de responsabilidad que demuestra en casa -La relación con vosotros y con sus hermanos -Lo que hace en su tiempo libre -Las normas que existen en casa, si es que las hay... Por su parte, el tutor debe ofreceros información sobre: -Su actitud y comportamiento en clase -La relación con sus profesores y compañeros -Si hace los trabajos y deberes -Las faltas de asistencia a clase En cualquier caso, éste es un buen momento para pedirle al tutor su opinión acerca de la estrategia a seguir para superar las dificultades detectadas (contacto telefónico periódico con el centro, supervisión diaria de las tareas escolares, aviso de falta de asistencia, entrevista con el orientador del centro...). No hay que olvidar que de lo que se trata en estas reuniones es de buscar soluciones.