UGT alerta de que el Gobierno excluye a las cuencas de la planificación energética

El Gobierno central quiere cerrar el mapa energético y carbonero que debe presentar a la Unión Europea sin tener en cuenta a las regiones productoras, atendiendo sólo a sus propios intereses políticos, a «lo que digan» las compañías eléctricas y determinados sectores de la patronal. Es al menos lo que denuncia el sindicato FIA-UGT, que asegura que la Secretaría de Estado de Energía «quiere retrotraer la decisión sobre el futuro del carbón exactamente a los mismos niveles de interlocución que pretendían tener en 1996», según su secretario regional, Manuel López, quien recuerda que entonces ocultaron sus planes y trataron de apuntillar al sector energético, vital para una provincia como León -emplea hoy entre minas y eléctricas a 6.500 personas de forma directa y tres o cuatro veces más indirectamente-, sin consultar o tener en cuenta a nadie. Las nuevas normativas europeas obligan a España a definir qué termicas se modernizan para adaptarse a nuevas tecnologías ambientales y productivas, qué cuotas de emisiones contaminantes tendrán o cuáles cerrarán. algo parecido pasa con las minas: se ha de fijar una reserva estratégica, qué pozos la conformarán y con qué producción anual. López apunta que Plan del carbón arrancado tras masivas movilizaciones en 1996 no ha logrado objetvos como estabilizar el sector minero y crear tejido económico alternativo en las cuencas. «A pesar de lo que se ha dicho, no es cierto que Economía apueste por un nuevo Plan del carbón -hay que negociar otro porque caduca con el 2005-: está intentando pactar el futuro con eléctricas, autonomías y patronal, y en base al cálculo de excedentes laborales que habrá se plantearán si va a haber ayudas solamente sociales para los excedentes laborales o no»; pero para infraestructuras o nuevos proyectos empresariales diversificadores «no tiene intención», afirma el ugetista. Sin capacidad de respuesta López manifiesta abiertamente que el Gobierno trabaja con una reserva estratégica de carbón a partir del 2007 de entre 6,5 y 7 millones de toneladas anuales: sólo Castilla y León produce ahora 5,03; España 12. Lleva aparejada una reducción de empleo de 2.500 mineros, afirma, cuando ahora hay 4.000 en León y 13.000 en España. «Pretenden ponernos encima de la mesa, en marzo, un plan de reserva donde se nos diga ya en qué térmicas se va a quemar, donde se nos intente imponer qué grupos térmicos se van a cerrar y a partir de ahí se nos va a decir que ese es el excedente laboral que hay y que es irreversible porque lo tienen acordado con todos los interlocutores», excepto los sindicales y políticos locales, augura el de FIA-UGT. Y justo antes de las elecciones generales, para frenar respuestas y posibles reacciones. No más inversiones Por eso, «FIA-UGT ya ha dicho al Gobierno que no va a dejar, cueste lo que cueste, de participar» en la confuguración del futuro energético y minero. «El minsitro Rodrigo Rato y sus subordinados aseguraron que están apostando por el sector, pero no es así: todos los pasos que dan van en sentido contrario. Su objetivo es sólo plantearnos que el ajuste que se tiene que producir en el sector, con la excusa de los aspectos medioambientales y de la libre competencia del sector eléctrico que entiende que tiene que invertir donde quiere, sea el que más les convenga» sin tener en cuenta los problemas sociales, económicos y de ajustes que ya han soportado y deberían acatar las cuencas. No hay ánimo, ni en Madrid ni en Valladolid, matiza, de prorrogar el Plan del carbón, para seguir estabilizando la minería y crear alternativas industriales. López entiende que los esfuerzos hechos desde el 98 siguen sin dar alternativas: «Sería volver al 96», cuando las cuencas tuvieron que sublevarse para arrancar un compromiso de futuro. La política del PP, concluye, «lo único que pretende es dejar definitivamente las comarcas mineras en el más absoluto desierto. Algo que permanentemente nos está recriminando el PP es que han metido muchísimo dinero en las cuencas y que desde el punto de vista político no le ha sacado rendimiento: hasta esos extremos de cinismo se está viendo, es como decir que a partir de ahora van a invertir donde sí saquen y que desde luego no es en las cuencas».