El Banco de España reitera que el cierre de su oficina de León es una decisión irrevocable

Carlos Díaz Güell explicó que la filosofía de la entidad es tener una oficina en cada comunidad autónoma y que ésta se situaría en la capital, es decir Valladolid, por lo que la sede del Banco de España en León dejará de funcionar el 31 de diciembre del 2004. La reorganización operativa y humana del Banco de España para entrar en el sistema europeo se fundamenta en criterios de actividad, por lo que las sucursales de menor actividad, como Ávila, Palencia, Segovia y Soria, dejaron de funcionar a finales del año pasado, mientras que Burgos, Salamanca y Zamora lo harán el 31 de diciembre próximo. De esta manera, los servicios que presta la entidad tendrán continuidad desde el 1 de enero del 2005 en las 22 sucursales que permanecerán en marcha en todo el territorio español. La decena de oficinas que cerrarán el último día del 2003 representan un seis por ciento de la operativa tradicional del banco, consistente, según explicó Díaz Güell, en el movimiento de billetes y monedas y en la disposición de cuentas corrientes mediante cheques y transferencias. El Banco de España inició su actividad en Zamora en el año 1884, en un inmueble de la calle San Salvador para trasladarse en 1921 a la céntrica calle de Santa Clara, donde permaneció ubicado hasta 1985, cuando se trasladó a la sede actual, en la plaza de Cristo Rey. El edificio, cuya fachada es obra del escultor benaventano Ramón Coomonte, será transferido a Patrimonio Nacional, institución que decidirá el uso futuro del edificio, concebido como una «especie de búnker» dotado con fuertes medidas de seguridad. En estos momentos, trabajan en la oficina zamorana once personas, de las cuales una decena serán prejubiladas respetando su categoría laboral, conforme a las negociaciones desarrolladas en su momento con las organizaciones sindicales