JUÁREZ | Orientación escolar | Aula vacía, bar lleno |
Los españoles, los que más faltan a clase
El 34% de los estudiantes de 15 años faltan con regularidad jornadas enteras o simplemente no se acercan nunca por el centro escolar porque se aburren o creen que pierden el tiempo
«Porque me aburro en clase», «porque hace tiempo que me he perdido», «por no ver al profesor», «porque así puedo estudiar el examen de mañana», «porque me lo paso mejor echando la partida» o «porque una vez que empiezas, es difícil cortar». Estos son algunos de los argumentos que esgrimen los que prefieren acudir al bar -o a la biblioteca en honrosas excepciones- en vez de sentarse en clase cada mañana junto a sus compañeros. Hablamos de los que hacen novillos, latan, hacen pellas o se fuman la clase, que viene a ser lo mismo. Y no son pocos los que lo practican: el 34% de los estudiantes españoles de 15 años pasan de ir a determinadas asignaturas y llegan tarde a las que sí se presentan; faltan con regularidad jornadas enteras o simplemente no se acercan nunca por el centro escolar. Esta cifra representa la más alta de los países desarrollados, según el estudio realizado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Europeo), que contrasta con el porcentaje obtenido por los japoneses, que es de sólo el 4 por ciento. Dada la estrecha relación que existe entre no asistir a clase y el fracaso escolar, habría que tomarse más en serio el control de las faltas de asistencia, aunque el problema es que el proceso no siempre llega hasta el final: el profesor detecta que el alumno falta, registra el dato y lo comunica al tutor; éste debe ponerse en contacto con los padres, que a veces no tienen teléfono o están ilocalizables; y por último, una vez que los progenitores están informados, deben tener al menos una conversación con sus hijos, para la que no siempre hay tiempo...