«Da igual que la monarquía sea anacrónica: aquí es útil»
-¿Qué impresión le ha causado el anuncio de la boda del Príncipe? -Es una noticia atractiva, no solamente pasto de las revistas del corazón. Al fin y al cabo, la Corona es un referente de garantía de la democracia y sigue teniendo una gran dosis de popularidad y de apoyo de la gente. La boda del Príncipe era una noticia muy esperada y ya se estaba creando una situación de inquietud puesto que en una institución como la monarquía la garantía de la sucesión es un problema que ahora sí que está resuelto. Pero ha habido casos repugnantes de adulación que debe ofender la inteligencia de los Reyes, porque creo que los dos son personas muy inteligentes: Urdaci ha dicho que Letizia Ortiz es la mejor periodista española que ha pasado por televisión: es falso y ofende el trabajo profesional y la trayectoria tan esforzada de gentes tan importantes como Rosa Calaf, Carmen Sarmiento, María José Ramudo, Ángela Rodicio... La propia Letizia tiene que reconocerlo porque es una profesional, pero que venga un lacayo de la Corte hablando de esa manera... -¿Usted qué vivió tiempos tan decisivos para lo que es hoy España ve anacrónico que la Jefatura del Estado no sea elegida? -Espero que no espere que haga un pronunciamiento a favor de la República. Estas son las reglas del juego que hemos aceptado. La monarquía es un sistema que no es democrático. En la transición, todas las ideologías hicieron un pacto de corazón y de cabeza con una institución que es la monarquía que, pudo haber sido anacrónica, pero que ha demostrado que era ese eslabón que necesitábamos todos para no reeditar los errores de la Guerra Civil y la confrontación inútil después de la dictadura. Fue un pacto inteligente y lo de menos es que sea o no anacrónica como forma de Gobierno, sino que ha sido útil. En Europa, es la que tiene la nota más alta.