Diferentes necesidades y opiniones

La unidad del campo leonés lograda ayer puede ser considerada histórica. En especial si se tiene en cuenta que los problemas son completamente diferentes tanto desde el punto de vista territorial como desde el de desarrollo del regadío. No obstante todos acordaron por unanimidad defender y apoyar en bloque los de cada uno como si fueran propios, para lograr una mayor fuerza. Así, por ejemplo, el presidente de la comunidad del Páramo Bajo, Herminio Medina, entendió que lo de ayer fue el respaldo definitivo que venían reclamando desde que iniciaron sus movilizaciones para rebajar sus tasas. Propiedad Uno de los mayores problemas es la atomización de la propiedad, que dificultan reconcentraciones parcelarias hacia fincas grandes y por ende las obras necesarias de modernización y transformación de regadíos. Se señala que o se cambia la estructura de propiedad y se facilita el acceso a los jóvenes o estos no podrán comprar suelo o arrendarlo, pagar regadíos y ser competitivos: la tierra, dicen, para quien la trabaja Participación Se denunció también que los contratos son en la práctica una privatización encubierta de la gestión del agua puesto que Seiasa diseña, contrata, adjudica y deciden: las comunidades sólo recaudan el dinero y pagan. Se exige participación. Fases Las diferencias se traducen también en que el desarrollo del riego en León tiene tres fases: una, la de llegar a donde no lo hay; otra la de modernizarlo para diversificar y mejorar la producción; y una tercera de transformación para ahorrar agua y costes. Se pide tratamiento diferente y capacidad de elección en cada caso.