Estos internos están autorizados a quedarse en sus celdas para evitar «tentaciones y vicios»
Más 500 presos musulmanes celebran el Ramadán en la cárcel de Mansilla
El Islam prohíbe durante este tiempo beber, las relaciones sexuales o discutir
En el mes sagrado del Ramadán, en el que según la tradición islámica Alá reveló el Corán al profeta Mahoma a través del arcángel Gabriel, los musulmanes deben cumplir con especial celo los preceptos de su religión. Para ellos es un periodo de misericordia, perdón y liberación del fuego en el que la rutina diaria se condiciona al mandato de mantenerse en ayudas hasta la caída del sol. Tampoco pueden beber, discutir o mantener relaciones sexuales. Esta práctica, que corresponde al noveno mes del calendario islámico lunar, no coincide por lo tanto con los meses solares y este año finaliza el próximo martes. Será entonces cuando regrese la cotidianeidad a la prisión de Mansilla de las Mulas (León) en la que dado el alto porcentaje de internos de religión musulmana con los que cuenta, más de 500 sobre los 1.300 totales, hace que durante los 29 o 30 días del Ramadán la vida de la cárcel rompa su monotonía para adaptarse a la realidad que por fervor o tradición, viven muchos de sus habitantes. El subdirector del centro, José Manuel Cendón, explica que el Ramadán afecta «bastante» al día a día porque los presos musulmanes solicitan y están autorizados a quedarse en sus celdas en lugar de acudir a los módulos «para evitar entrar en las tentaciones y tener vicios» y eso altera la rutina «incluso positivamente porque un módulo de 100 personas donde el porcentaje de musulmanes es bastante elevado igual se queda con 40 o 50 personas y se nota». Del mismo modo que la mañana y las primeras horas de la tarde son más tranquilas las siguientes son casi de fiesta porque a las seis de la tarde se acaba el ayuno y «hacen un poco de vida normal pero hasta esa hora la prisión es totalmente distinta durante el Ramadán a los otros meses y algunos internos se quejan de que por las noches hay más ruido del habitual». Durante el Ramadán, como el resto del año, los musulmanes pueden cumplir, en su celda o en el módulo correspondiente con las cinco oraciones diarias que establece su religión. «El mes santo del Islam afecta bastante al día a día y los presos pueden no ir a los módulos» JOSÉ MANUEL CENDÓN Subdirector de la cárcel