Las eléctricas y los sindicatos inciden en la incertidumbre del sector

Todo el sector minero coincide en exigir al secretario de Estado de Energía, José Folgado, que despeje de una vez por todas las dudas que planean sobre el sector minero. A la exigencia de empresarios mineros y sindicatos, se sumó ayer la de Unesa, patronal de las eléctricas, que coincidió con UGT y CC.OO. en urgir al Gobierno a que disipe la incertidumbre que despierta el complejo calendario administrativo que va a afrontar la minería. Los representantes de Unesa transmitieron a los representantes sindicales en la reunión de ayer que no están en condiciones de tomar ninguna decisión de inversión ni de llegar a ningún tipo de compromiso hasta que el Gobierno no clarifique el futuro del carbón. Un futuro que, en los próximos meses, debe superar muchos obstáculos. Así, está pendiente la definición del cupo español de la reserva estratégica de la UE, o sea las minas que seguirán recibiendo subvenciones y, por tanto, abiertas hasta el 2010. O la aprobación del plan de asignación de emisiones contaminantes para cumplir el protocolo de Kioto, punto clave para las eléctricas debido a las costosas inversiones medioambientales (unos 800 millones de euros en conjunto) que deben realizar en las térmicas para llevarlo a cabo. Todo ello, unido a la exigencia sindical de negociar un nuevo plan del carbón -el actual expira en 2005- que dé un balón de oxígeno a las comarcas mineras más allá de esta década. «Lo que está claro es que ni Carbunion ni Unesa ni los sindicatos somos capaces de hablar y negociar con el Gobierno», manifestó ayer Víctor Fernández, responsable de minería de FIA-UGT al término de la reunión de ayer. «Nadie sabe qué decisiones va a tomar el Gobierno, y las eléctricas no saben qué inversiones tendrán que hacer», constató Rafael Varea, responsable de minería de FM-CC.OO. A priori, de la rentabilidad que vislumbren las eléctricas en el carbón nacional una vez definida la adaptación española a Kioto dependerá en buena medida la cuota española en la reserva estratégica. De hecho, uno de los eternos miedos de los sindicatos es que las motivaciones económicas eléctricas decidan unilateralmente el futuro del sector. Pero, según transmitieron ayer a los sindicatos los representantes de la patronal Unesa -encabezados por su vicepresidente, Pedro Rivero- nadie sabe nada. «El problema radica en que no se conoce si van a primar los derechos de emisiones contaminantes o la garantía de suministro eléctrico», apuntó Francisca Sánchez Chinarro, secretaria general de FIA-UGT. Tras las reuniones con Carbunion y Unesa, las centrales sindicales han solicitado entrevistarse con los líderes de PP, PSOE e IU -Mariano Rajoy, José Luis Rodríguez Zapatero y Gaspar Llamazares- y con el ministro de Economía, Rodrigo Rato, para intentar sacar algo en claro de las intenciones del Gobierno. «Ni Carbunion ni Unesa ni los sindicatos somos capaces de negociar con el Gobierno» Víctor Fernández Responsable de minería de la FIA-UGT