La Junta retira en la Montaña Oriental la vacuna RB-51 contra la brucelosis

El nuevo director general de Producción Agropecuaria de la Junta de Castilla y León, Baudilio Fernández Mardomingo, se estrenó ayer en León con magníficas noticias sobre la práctica desaparición del brote de brucelosis bovina de la Montaña Oriental de León. Tan maravillosas nuevas han provocado que la Junta haya dejado ya de vacunar con el preparado experimental RB-51 -el que ha provocado el espectacular descenso del brote bacteriológico- y que sólo se siga vacunando con la tradicional B-19 a las terneras de reposición durante el próximo año, según informó Fernández ayer. Tras dos años y medio de intenso trabajo por parte del Servicio Territorial de Ganadería de León, la incidencia de la bacteria en las reses de esa zona ha caído a un ridículo 0,09% -la media provincial es del 0,75% y la autonómica 1,50%-, dejando atrás los tiempos en que su antecesor en el cargo desmentía la denuncia de Diario de León con un lacónico «no existe ningún brote en la Montaña Oriental». Ayer Fernández informó de que los datos pasaron de un 1,02% de incidencia al inicio de la detección del brote a un 4,27% en los peores momentos. El director general de Producción Agropecuaria visitó ayer León por dos motivos, la presentación oficial de los datos de la lucha contra la Brucelosis -«Son unos resultados magníficos y se deben agradecer tanto a los miembros del Servicio Territorial de León como al apoyo de los ganaderos y las juntas vecinales de la zona», apuntó- y una visita a la zona afectada para firmar una serie de convenios de obras de seguridad sanitaria ganadera con 12 juntas vecinales y el Ayuntamiento de Riaño. Sigue la zona de incidencia Fernández explicó que la Junta de Castilla y León ha gastado más de dos millones de euros en «medidas y ayudas especiales» en la Zona de Especial Incidencia de la Brucelosis -se han construido 31,8 kilómetros de cercados- y que pese a que se eliminará en un año la vacuna, la Junta seguirá con otras medidas para evitar el rebrote. Entre ellas está el mantenimiento de la campaña de saneamiento ganadero , y las construcciones de cercados para aislamiento del ganado y control estricto de su movimiento. Con ello, la Junta quiere controlar los niveles de presencia de la bacteria y posibilitar que en poco tiempo los ganaderos recuperen la tarjeta verde necesaria para transportar el ganado en vida para venta a cebaderos.