El rector ofrece diálogo, pero no coloca la bandera de León en el Rectorado

La polémica entre el Ayuntamiento de León y la Universidad, motivada por la no colocación de la bandera de León en el Rectorado de la Universidad motivó que el rector Ángel Penas explicara ayer su postura a todos los medios de comunicación de la capital leonesa, de forma pormenorizada e individual. Penas quiso primero felicitar al alcalde de León, Francisco Fernández, por sus declaraciones conciliadoras «que son un paso positivo en la recuperación de unas relaciones institucionales que, en ningún momento, deberían haberse visto deterioradas y que abren los cauces a un diálogo que jamás debió perderse», manifestó. Decisión del consejo A continuación, Penas manifestó que la decisión de no colocar la bandera en el Rectorado fue del consejo de gobierno, «al que como rector estoy sometido», puntualizó para a continuación explicar: «Esto no es una posición personal del rector, puesto que cuando se toma esta decisión el rector ni siquiera votó. El rector ha hecho uso de un derecho personal e inalienable que es no manifestar su opinión y dejar libertad absoluta a lo que el consejo de gobierno decidiera o no en el tema de la bandera de León». Según sus palabras, el estatuto de la Universidad le obliga a cumplir los acuerdos del consejo, al igual que el alcalde está sometido a las decisiones del pleno. Por tanto, aunque mostró su respeto a la bandera de León como leonés que es, dejó claro que la decisión ya estaba tomada y que para que el consejo volviera a debatir sobre el tema debería solicitarlo por escrito el 30% de sus representantes. Además, quiso dejar claro que en su mensaje institucional, en ningún momento había dicho que sólo estén colocadas las banderas de aquellas instituciones que colaboran con la Universidad. «Las banderas son las de las instituciones que tienen capacidad normativa sobre la Universidad», puntualizó. Según sus palabras, éstas son el Gobierno nacional, con la Ley de Ordenación Universitaria (LOU); el Ejecutivo autonómico, con la Ley de Universidades de Castilla y León; y la Unión Europea, porque están emanando normativas con vistas a la convergencia. Mano tendida al diálogo Llegados a este punto, Penas tendió su mano para lo que consideró la necesaria apertura de inmediato del diálogo y manifestó estar dispuesto a reunirse con el alcalde y los portavoces de los grupos políticos del Ayuntamiento, «para que nos sentemos a dialogar y comencemos a entender algo que no es tan inteligible», manifestó. Por último, Penas exhibió un documento, firmado el 22 de marzo de 1983 por los entonces presidente de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de León, Julián de León Gutiérrez, y el primer teniente de alcalde, José Panero Flórez, que es el acta de toma de posesión de los servicios urbanísticos y terrenos del centro universitario de León. En el mismo se recoge que el Ayuntamiento toma posesión de la red viaria, zonas libres que se destinarán a zona verde de uso público e instalaciones correspondientes al alcantarillado y alumbrado que dan servicio al del Campus. «Por tanto, digámoslo claramente, el Ayuntamiento tiene un patrimonio en la Universidad del que debe hacerse cargo», aseveró.