Una promoción de altos vuelos

Como marca la tradición, ayer día de la Virgen de Loreto, patrona del Ejército del Aire, se celebró en la Academia Básica del Aire de la Virgen del Camino, el acto de jura de bandera de los alumnos de la décimotercera promoción. Un total de 176 alumnos juraron lealtad ante la bandera de España y se entregaron las condecoraciones de mérito a 18 militares, que pertenecen al servicio de personal militar y civil de la Unidad, resaltando la encomienda de la real y militar orden de San Hermenegildo que se entregó a Gabriel Cubero Fernández. Juraron bandera alumnos del cuerpo general de militares - de seguridad, defensa, apoyo, mando y control- y de especialistas -de las áreas de telecomunicaciones, mantenimiento de aeronaves, informática, cartografía e imagen, armamento, automoción, administración, También tuvieron presencia las mujeres en estos actos honoríficos, aunque en un número muy reducido, ya que sólo fueron quince alumnas las que juraron bandera y una militar la que recibió condecoraciones de mérito militar. Los actos militares no se centraron sólo en la jura de bandera por parte de los alumnos, sino que también pronunció un discurso el director de la Academia Básica del Aire y un homenaje a los Caídos, en el que los gastadores y alumnos, se acercaron a posar un estandarte del escuadrón de alumnos y una corona de laurel, mientras el escuadrón entonaba la canción de «La muerte no es el final». Seguidamente se procedió a la escucha del himno del ejército del aire por todos los asistentes al evento. Los actos se celebraron en el hangar-sección de aviones de la Academia de La Virgen del Camino, donde asistieron cerca de mil personas entre familiares y amigos de los militares que juraron bandera y de los que fueron impuestos una insignia. Antes de las condecoraciones se celebró en la mañana de ayer una misa oficiada por el vicario de la Diócesis de León, Antonio Recio. El acto militar finalizó con un vistoso desfile de todo el escuadrón recién condecorado en el aparcamiento de los aviones y ante todo el público asistente y las autoridades civiles y militares que estaban presentes en el acto. Y dos civiles También Miguel Martínez, alcalde de San Andrés del Rabanedo y Salvador Rus, profesor de la facultad de Derecho de la Universidad de León juraron bandera voluntariamente. Miguel Martínez, renovó el juramento que realizó hace 32 años en Valladolid y que supuso para él «un compromiso con unos valores que aún mantengo», y resaltó que «realizo este acto simbólico de lealtad a los valores no como político, sino como ciudadano».