Lo que se oculta y las elecciones
Algo se está moviendo en las últimas semanas en los despachos de todos los organismos y organizaciones relacionadas con el sector minero y energético. Se vive una inusitada actividad, visitas y viajes; desde sindicalistas a patronos carboneros o eléctricos, pasando por políticos con o sin responsabilidad de gobierno. El ministro Rato pidió hace unos días a las eléctricas que no se enzarcen entre ellas por los derechos de emisión. La directora de Política Energética y Minas, Carmen Becerril, ha viajado al menos una vez a Bruselas en fechas recientes para abordar planes energéticos en la UE. Su inmediato superior, José Folgado, ha comparecido en Madrid dos veces para presentar planes y resultados relacionados con la energía y su eficiencia, y ha convocado a los sindicatos mineros con urgencia para el miércoles para comunicarles que accede a lo que le venían pidiendo hace meses: participar en la negociación y planificación de la reserva de carbón y la planificación energética en la que se enmarca. Y en el resto de partidos crece el interés por conocer qué hace el Gobierno, qué planifica y con quien. Las sospechas Mientras, hay quien afirma que pueden ocurrir dos cosas: que el Gobierno tenga planificado en secreto todo el mapa energético y carbonero sin contar con nadie y que lo oculta hasta después de las elcciones para que no le suponga coste electoral; o que no tiene nada. Surgen ya algunos rumores, desde foros bien informados generalmente, de que España, en vista de que sólo Europa (sin China, EE.UU. o Rusia entre otros) está dispuesta a cumplir el Protocolo de Kioto contra la contaminación y el efecto invernadero, ha comunciaco a Bruselas que nuestro país no puede seguir el duro calendario establecido al efecto: no se podría garantizar el suministro energético en España, argumentaría el Gobierno.