UGT y CC.OO. acusan a Victorino de generar un conflicto para cerrar minas

Los responsables mineros de CC.OO. y UGT, Pedro Monasterio y Manuel López, acusaron ayer al empresario Victorino Alonso de intentar desunir al sector con el despido de ocho delegados sindicales de Uminsa en Palencia a raíz de la convocatoria de una huelga, según creen con el objetivo de que los sindicatos quemen sus naves con este conflicto para después poder aplicar cierres o recortes de actividad sin tanta oposición. Manuel López, que sospecha que el empresario minero pueda actuar en connivencia con la Junta y el Ministerio de Economía, calificó los despidos de los ocho sindicalistas como «unas medidas unilaterales tan drásticas y tan brutales que eran desconocidas desde hace quince años, cuando en 1989 este mismo empresario -continúa- se dio a conocer porque despidió en bloque a todo un comité de empresa». El secretario minero de UGT lamenta especialmente que esta actuación, que consideran ilegal, se produzca cuando el sector minero más necesita de unidad para negociar la futura reserva estratégica, y advierte que Victorino Alonso ya aprovechó un conflicto en la MSP para reducir la producción en medio millón de toneladas. En la misma línea que López, Pedro Montasterio, de CC.OO. califica el despido de los ocho sindicalistas palentinos (todo el comité de Velilla salvo los representantes de los ingenieros y capataces) como «una medida que pisotea una ley fundamental como es la Ley de Huelga». Monasterio sostiene que los despidos son una disculpa para otros fines: «Todos conocemos las maneras de Victorino Alonso, porque éstas son las maneras que lleva siempre manteniendo en toda negociación», señaló. Tres negociaciones pendientes Al igual que el portavoz de la UGT, Pedro Monasterio relaciona este conflicto con tres negociaciones que deberá acometer de forma inminente el sector minero en general y las empresas de Victorino Alonso en particular, como es la negociación colectiva para el 2004, que en el caso de Uminsa deberá unificar la aplicación de tres convenios colectivos diferentes (el de la antigua Coto Minero del Sil y los provinciales de León y Palencia), además de la futura reserva estratégica de carbón y la Ley de Actuación Minera de la Junta, en la que están en juego unos treinta millones de euros en ayudas para empresas del sector. El conflicto puede ser largo Monasterio interpreta los despidos de Palencia como una actuación para desgastar a los sindicatos antes de estas negociaciones, interpretación que se refuerza por el hecho de que esta situación se produzca a finales de año, cuando las empresas mineras ya tienen entregado todo su cupo anual de carbón a las centrales térmicas y no corren el peligro de perder derechos de producción a causa de una huelga. El responsable sindical le recuerda a Alonso que sus empresas reciben cada año decenas de millones de euros de dinero público para mantener la cantidad y la calidad del empleo en la minería, y advierte que las dos jornadas de huelga a las que están convocados los 3.600 mineros del grupo en León y Palencia para los próximos días 22 y 23, «será sólo el principio de una respuesta contundente si no modifica su actuación, porque ni siquiera a quien se cree el dueño de la minería en esta región le vamos a permitir que pisotee a todo un sector y a dos sindicatos como UGT y CC.OO.», concluyó. Mediación de la Junta Los sindicatos mineros ya han escrito al actual consejero de Economía de la Junta de Castilla y León Tomás Villanueva, para pedirle que medie en el conflicto lo antes posible.