| Reportaje | Reacciones al atropello múltiple |
«Conducir así es un atentado»
Los familiares de los afectados por el accidente de la calle de la República Argentina demandan medidas para evitar que los vehículos circulen a velocidades excesivas en la ciudad
«Conducir así es un atentado a los demás ciudadanos». José Emilio Alonso, padre de la joven herida en el atropello múltiple del viernes en la calle de la República Argentina, explicaba ayer como se sentían los familiares de los tres heridos que aún siguen ingresados en el Hospital de León. «No lo entiendo. ¿Cómo puede ir este señor a esas velocidades, atropellar a la gente y que luego le dejen en libertad sin más? Con cosas como éstas no debería salir de la cárcel hasta que se produjera el juicio», reclamaba ayer en el descansillo de una de las plantas del centro hospitalario junto a los demás familiares de los heridos. El accidente que se produjo el viernes pudo ser algo muy grave, ya que «fue un milagro que no pasara nada peor», según Mercedes Rueda Fernández, hija de la mujer de 70 años que ayer curaba, «bajo un susto de impresión» sus huesos rotos. «Y es que mi madre vio cómo volaba el cochecito del bebé de pocos meses de mi hermana, la cual también salió despedida. Además tiene un hombro destrozado y sólo por esperar para cruzar la acera. Es increíble», explicaba la mujer. «El cochecito del bebé quedó destrozado y tuvieron que llevárselo a casa en brazos, pero al final no le pasó nada». «No lo ví venir» Sonia Alonso Cachón es la única de los tres heridos que ayer a las dos de la tarde no había sido aún operada para restañar sus heridas. «No ví venir el coche, casi no me enteré de nada», decía ayer tumbada en la cama hospitalaria. «La verdad es que de lo único que me dí cuenta es de que de repente había un cubo de la basura volando. Yo me pregunté: ¿Eso es un conte... conte... nedor verde? Y de repente recibí un golpe fortísimo. No me enteré de nada hasta que llegué al hospital», contó. Tiene rotos la cabeza de la tibia y el hombro. La joven se mostró preocupada porque vive en un cuarto sin ascensor. «No puedo usar muletas; así que me espera una buena temporada de que me lleven a la silla de la reina», apuntó con cierta alegría para evitar pensar en momentos más difíciles. «Creí que era una broma» Los padres del más joven de los afectados, Jairo San Martín -de 12 años-, mostraban ayer gran emoción y preocupación por lo sucedido. «Hoy mi hijo tenía partido con los Maristas, es una promesa del Ademar, pero no ha podido jugar por esto», contaba emocionado su padre, Jesús San Martín Manzano -también atropellado con su mujer pero sin consecencias-, mientras le visitaban sus compañeros de equipo y le animaban entregándole la copa de una victoria que dedicaron en su honor. «Creí que era una broma que le hacían a mi marido, porque el conductor iba incorporado y no con un ataque de tos», explicó su mujer. «No debe permitirse otra vez que ocurra esto las autoridades han de hacer algo para que no se repita», reclamó resumiendo el sentir de suma indignación de los leoneses con lo sucedido.