Un proyecto muy esperado que se ha hecho de rogar hasta el final

Paradójicamente, el Plan para la reducción de las Listas de Espera de Castilla y León se ha hecho esperar. El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, lo anunció en su discurso de investidura con un plazo concreto: antes de que termine el año vería la luz, pero le ha faltado muy poco para que este compromiso no se cumpliera a tiempo, puesto que es el último Consejo de Gobierno del año, que se celebra esta mañana en Valladolid, el encargado de dar el visto bueno al documento. A pesar de ello, el Plan para reducir las Listas de Espera elaborado por la Junta nace antes de que acabe el año no tanto con el objetivo de reducir las actuales listas de espera como de rebajar considerablemente el tiempo medio de espera. No más de cien días Así, y según ha anunciado en alguna ocasión el propio consejero de Sanidad, el compromiso que suscribe la Junta es que el tiempo máximo para ser intervenido quirúrgicamente no sobrepase los cien días, mientras que la espera en consultas nunca sea superior a treinta días oó 20 en el caso de pruebas diagnósticas. Actualmente, la situación es de una demora máxima de 180 días para operarse y de unos dos meses para consulta. Para cumplir todos estos objetivos, el Plan dispone de cuatro años de vigencia, desde el 2004 hasta el 2007 inclusive y contará con una inversión superior a los 15 millones de euros durante cada ejercicio. Novedades Entre las novedades que incluye este Plan figura la creación de un registro único de listas de espera que permitirá una mejor difusión a los ciudadanos de los datos sobre el número de pacientes y tiempos de espera. De este modo, la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León cumplirá uno de los mandatos de la Ley de derechos y deberes de los pacientes como es que los usuarios del servicio sanitario de Castilla y León reciban periódicamente información oficial sobre su situación en las listas de espera, el tiempo medio de demora, etc.