Uminsa ofrece ahora readmitir a siete de los ocho delegados despedidos

La reunión celebrada ayer entre el gerente y el director de recursos humanos de la emrpesa minera Uminsa, Lucio González Tascón y Roberto Enrique Fernández, y las cúpulas regionales de los sindicatos mineros de CC.OO. y UGT no logró avances en el conflicto que la pasada semana derivó en dos días de huelga en todo el grupo de industrias carboneras de Victorino Alonso por el despido de ocho delegados en el comité de empresa del grupo Velilla (Palencia), cinco de Comisiones y tres ugetistas. La empresa hizo ayer una oferta que para los sindicatos es «inasumible», según afirmaron tanto los secretarios regionales de FIA-UGT y FM-CC.OO., Manuel López y Pedro Monasterio, como el provincial de Comisiones, Alberto González, o el de minería de FIA y presidente del comité intercentros de Uminsa, Fernando López Rellán. Tascón y Fernández trasladaron a los agentes sociales la posibilidad de negociar la readmisión de siete de los ocho delegados despedidos, con el matiz de que deberían aceptar ademásn «una pequeña sanción» que negociaría la dirección de Uminsa con los sindicatos. La respuesta de UGT y CC.OO. ha sido unísona y clara: no aceptarán cualquier otra cosa que la readmisión de los ocho despedidos y no aceptarán que se les trate de dividir o debilitar con una oferta de esta índole; que además, apuntan, puede crear un precedente muy peligroso e inasumible para el futuro. El delegado que se trata de no readmitir y al que Uminsa pretende que acepte un despido procedente además es el ugetista Carlos Mesa, al que la emrpesa pone la etiqueta de especialmente conflictivo; algo que los interlocutores sindicales no quisieron confirmar ayer pero que otras fuentes solventes ratificaron a este periódico. Más protestas y reuniones Empresa y agentes sociales quedaron emplazados de nuevo para el día 7 de enero. Pero los sindicatos auguran que no habrá solución tampoco al conflicto si no varían la oferta de readmisión para todos. Aseguranq ue están dispuestos a abordar el por qué se han dado los despidos en Velilla, para eliminar de allí la conflictividad laboral, pero no pasando por aceptar el «chataje» de los despidos. Tanto una federación sindical como otra señalan por separado que si el día 7 no hay avances a partir de ahí habrá movilizaciones de nuevo, que tanto UGT como CC.OO. amenzan con extender a toda la minería leonesa y palentina, e incluso más allá de Castilla y León si es necesario, por lo que consideran desde las direcciones de los sindicatos como un ataque a la acción y la libertad sindical, además de a las condiciones y al derecho de los trabajadores a no plegarse a los intereses de las empresas,s ean de la índole que sean. «Esto no admite tregua sindical, no valen apaños, y tampoco vale llevar problemas personales a terrenos laborales generales. Ni hablar», afirma Alberto González, de Comisiones respecto a la oferta de la emrpesa y a la situación. «Sigue en pie la amenaza de juelga si fracasa la mesa de negociación», añade Fernando López Rellán, de UGT. «Táctica» Desde ambos sindicatos se apunta además que la empresa quiere utilizar como táctica un reconocimiento implícito de que podría haberse negociado antes de los despidos otra salida, que quizá la medida fue demasiado dura; algo que entienden como una «tactica». Siguen convencidos de que hay otras razones que Uminsa y Victorino Alonso no desvelan detrás de una medida tan dura contra representantes de los trabajadores «que no tiene precedentes».