Un experto leonés cree que la roca de Villalobar es basura espacial

Tras un análisis visual de la roca encontrada en Villabolar el experto leonés y miembro de la Red de Investigación de Bólidos y Meteoritos (SPMN) José Vicente Casado asegura que el fragmento podría ser silicio cristalino, perteneciente a un sátelite artificial. Según Casado, de momento sólo se puede ratificar que el pedazo de roca cayó del cielo y que lo hizo a una temperatura muy alta, a más de mil grados, tal y como lo demuestran los indicios hallados en el invernadero. Sin embargo, el experto leonés apunta, después de un análisis inicial de los hechos, que lo avistado el día 4 no era lo que en principio se pensó. La suma de los siguiente factores parecen indicar a Casado que lo observado aquel domingo no era un meteorito sino un satélite: la órbita que siguió, cómo se rompió y se fragmentó y el trozo encontrado en Villalobar que parece ser silicio cristalizado. El experto leonés en meteoritos apunta que, de momento, no se puede apostar firme por ninguna teoría, hasta que no se realice los análisis oportunos. Sin embargo, después de un primer análisis en el cuartel de la Guardia Civil de Armunia y de haber observado el invernadero donde aterrizó el fragmento, Casado apuesta por la teoría de que el fragmento pertenece a un panel solar de un satélite artificial. Primer análisis Por un lado, el hallazgo de la roca no se hizo hasta una semana después de haber avistado el supuesto meteorito, por lo que su relación con tal hecho podría ser dudosa. En segundo lugar, las características de la sustancia. Casado asegura que en comparación con otras piedras observadas de silicio cristalizado la encontrada en Villalobar reúne todas las características para ser una más de ellas. El silicio cristalizado se emplea, entre otras cosas, en la elaboración de discos compactos y paneles solares. A pesar de esto, el fragmento encontrado llegó al invernadero a una temperatura muy alta, por lo que quemó tanto el techo de plástico como las dos lonas que protegen el suelo de turba. Externamente la roca encontrada en Invernaderos Sofía tiene una costura de fusión y burbujas orientas provocadas por un enfriamiento muy rápido en la tierra. Los fragmentos, tanto de meteoritos como de satélites se calientan a temperaturas superiores a los tres mil grados al entrar en contacto con la atmósfera. La parte externa de la roca es la que más sufre la fricción al entrar en la atmósfera y el roce con el viento y las quemaduras provocadas por el el intenso calor, mientras que la parte interior sufre menos variaciones.