Destrozan «por venganza» el campo de golf de Pobladura del Bernesga

El presidente del club de golf Hierro Tres, de Pobladura del Bernesga, denunció el pasado miércoles ante la Guardia Civil que varios desconocidos habían destrozado «por venganza» seis de los nueve hoyos de las instalaciones. Según comprobaron sobre el terreno, los vándalos habían utilizado una azada para excavar «un metro cuadrado en torno a los greenes, extraer las seis cazoletas y romper las banderas que señalizan los hoyos». Los destrozos están valorados en 600 euros, pero, según el presidente, Ignacio Sarmiento, «lo preocupante es la mala fe con la que actuaron las personas que ocasionaron los destrozos, ya que acudieron al campo por la noche y sólo dañaron los hoyos alejados de la carretera, para que nadie les viera y amparándose en la oscuridad». Además, «por encima del importe económico está la dificultad en recuperar los hoyos, puesto que levantaron los tapines y profundizaron unos veinte centímetros, de modo que hasta la primavera no se podrán replantar ni utilizar para el juego», precisa. En la denuncia formulada en el cuartel de Armunia, el responsable del club de golf de Pobladura señala como posible motivo del ataque a las instalaciones la renegociación del contrato de alquiler que mantienen con la junta vecinal de la localidad. El contrato se firmó hace seis años, con una junta diferente, y permite indefinidamente al club el uso de los 90.000 metros cuadrados de finca para la práctica deportiva a cambio del pago de 300 euros. El año pasado, Sarmiento propuso al pueblo pagar seis veces más de alquiler a cambio de fijar un contrato por quince años y permitirles vallar el perímetro y realizar mejoras. Según indica, el nuevo presidente vecinal, Demetrio González, les dijo que «querían 3.000 euros y nada de obras o vallas». Si no, «amenazó con llevar a principios de año a todo el pueblo para impedir la práctica del golf». La junta niega los hechos En la denuncia se expresa que algunos miembros de la junta vecinal incluso advirtieron de quen «iban a picar los hoyos». Por eso, la Guardia Civil tomó ayer testimonio a González, quien negó estar implicado en los hechos y aseguró que no conocía quién pudo haber realizado los destrozos. Por su parte, el presidente del campo de golf no entiende por qué se han llevado las cosas hasta este extremo. «Nosotros -reconoce- estamos dispuestos a pagar mucho más por un terreno que estaba abandonado y que hemos cuidado muchísimo. Hemos ofrecido hacer cursos para los pequeños del pueblo y no sé qué pretenden con estas acciones, porque si están disconformes con nuestro contrato de alquiler, que es totalmente legal, lo que tienen que hacer es acudir a los tribunales o dialogar». Sarmiento asegura que los 180 socios «son deportistas sin ánimo de lucro, que llevan seis años jugando al golf, organizando torneos y dando vida a la localidad sin molestar a nadie». Apela a retomar las negociaciones, pacíficamente y sin amenazas. González también está dispuesto a dialogar, ya que entiende que 300 euros es «ridículo».