La Consejería ultima el decreto que facilita el alquiler de pisos a propietarios e inquilinos
La Junta incentiva el alquiler de los 46.000 pisos vacíos de León
Fomento mediará en el contrato, arreglará las casas y suscribirá un seguro para posibles daños La prov
Las 46.000 viviendas vacías que se contabilizan en Castilla y León tienen los días contados. O eso es lo que pretende el decreto que está ultimando la Consejería de Fomento y en el que se establece un novedoso sistema para convencer a los propietarios de las ventajas de alquilar sus viviendas vacías, al tiempo que se ofrece a los potenciales inquilinos un alojamiento digno, a un precio asequible y cumpliendo todos los requisitos legales. El proceso es el siguiente: el propietario ofrece su piso vacío, aunque esté deteriorado, a la Junta, para su inscripción en una «bolsa de alquiler» dentro de los límites de renta que quiera percibir por él. Un técnico de la Administración comprueba las características y el estado de la vivienda, realizando una valoración de los arreglos que habría que hacerle. Estos arreglos, que correrían por cuenta de la Junta, no deben superar en ningún caso los 20.000 euros. Una vez inscrito en la «bolsa de alquiler», la Junta lo pone en relación con una lista de personas interesadas en alquilar, que se irá elaborando conforme avance esta iniciativa. El principal cometido de la Administración será el de poner en contacto la oferta y la demanda de manera que el tamaño de la familia se corresponda con el de la vivienda, la renta no supere el 25% de los ingresos de los inquilinos y, sobre todo, las características de la familia arrendataria (parejas jóvenes, con hijos, etc.) se adecúe a las de la comunidad donde se ubica el piso en alquiler. De este último aspecto «dependrá el éxito de la propia iniciativa», explicaron fuentes de la Consejería de Fomento. Una vez formalizado el contrato entre arrendador y arrendatario, -en principio, de un año aunque prorrogable hasta cinco-, la Junta se hace cargo de los arreglos que necesite el piso, así como del seguro de la vivienda, que cubrirá cualquier daño que ésta pudiera sufrir durante el alquiler. De la renta previamente fijada que percibirá el propietario se descontará, sin ningún interés, el coste de los arreglos realizados. El objetivo de esta novedosa iniciativa es estimular el alquiler de viviendas que en muchas ocasiones permanecen vacías ante el temor de sus propietarios de que éstas puedan sufrir daños o bien de que pudieran tener problemas a la hora de cobrar el alquiler. De este modo, la Junta garantiza que al término del contrato el piso se va a devolver en las mismas condiciones que se entregó, puesto que hay un seguro suscrito, así como que el propietario va a cobrar puntualmente todos los meses. En cualquier momento los dueños pueden retirar sus pisos de la «bolsa de alquiler», así como no aceptar las condiciones de un determinado alquiler, ya que se trata de un sistema totalmente «voluntario», aseguran desde Fomento.