Un semental de la Diputación desfilará en la boda del Príncipe con la Guardia Real

Los cuatro sementales que la Diputación compró en Francia en 1999 han dado mucho juego a la institución provincial. Héctor, que murió hace ya algún tiempo, ya fue famoso en su momento porque a pesar de que su misión era cubrir a las yeguas en un plan de reproducción de calidad, no cumplió su objetivo y abrió un debate sobre sus características. Aunque su compra estuvo acompañada de supervisiones e informes de veterinarios del palacio de los Guzmanes y del antiguo Centro de Reproducción Equina, ubicado en el cuartel de Almansa antes de ser traslado, finalmente no logró procrear. Ahora la historia de otro de los equinos de aquel grupo se centra en Joriss: un hispanobretón de cerca de 650 kilos de peso, con una capa negra como manto que llama la atención por su singularidad. Ayer su caso llegó al debate de la Comisión de Desarrollo Rural a través de un informe-propuesta para la venta de este semental equino. En el 2003 Joriss, que nació en 1997 y llegó dos años después todavía como potro a León, fue cedido a una explotación ganadera en Fontún de la Tercia en una campaña en la que debía cubrir a nueve yeguas, pero finalmente ninguna de ellas quedó preñada. Tras diversos análisis, los veterinarios concluyeron que por una malformación progresiva el caballo se había quedado estéril. Ante esta situación, como estos equinos fueron adquiridos para una función reproductora, la Diputación se plantea ahora qué hacer con Joriss. De este modo, la comisión pudo conocer ayer que la Guardia Real lo vio y está interesado en su adquisición. De acuerdo a los primeros cálculos podrá ser vendido por 3.000 euros. Así que la corporación tomó el acuerdo de negociar con este cuerpo de la Casa Real la venta, en lugar de cedérselo al centro de sementales de Cantabria del Ejército, donde acabaría en el matadero para su aprovechamiento como carne, con un valor de 600 euros. Cuando Joriss llegue a Madrid formará parte de los equinos integrantes de los establos de la Guardia Real, donde los caballos son preparados para desfiles de galas, exposiciones y para tirar de calesas. Dentro de sus nuevas misiones, integrará el 22 de mayo el cortejo que acompañará al Príncipe Felipe y su prometida Letizia Ortiz hasta la catedral de la Almudena para su enlace y su posterior desfile por las calles de la capital de España ya como casados. Su espectacular pelo, con una capa negra sin precedentes, quizá le otorgue el privilegio de tirar por la calesa de los futuros Reyes. Gracias al interés de la Guardia Real por este hispanobretón, Joriss se ha librado de una muerte en el matadero y su destino como carne. Ahora la Diputación tendrá que cerrar con la Guardia Real su venta y las condiciones económicas de la operación. El caso de este semental llamó la atención ayer en el seno de la Comisión de Desarrollo Rural, cuyos miembros no pudieron evitar comentar las posibilidades del caballo como integrante del cuerpo de gala equina de este cuerpo de seguridad de la Guardia Real.