OPINIÓN
A la búsqueda de una utilidad...
EL ARGUMENTO fue que para preservar la identidad leonesa ya existe el Instituto Leonés de Cultura. Todos los miembros de la comisión encargada de crear la Fundación Cortes de León se mostraron de acuerdo en esto, algo indiscutible por otra parte, para cambiar el rumbo de la futura entidad. Ahora, la idea es usar esta iniciativa para favorecer el despegue económico y frenar la despoblación en la provincia leonesa. Todo perfecto. Sin embargo, parece que los miembros de la comisión no recuerdan que aunque el ILC, en efecto, se preocupa por la identidad leonesa, también hay otros organismos e instituciones que se preocupan por la llegada de empresas, la creación de empleo o el freno a la despoblación como para que esta institución que se quiere crear por decreto tenga que ocuparse también de esto. Concretamente, está el Ildefe (Instituto Leonés de Desarrollo, Formación y Empleo), Prosilsa, Ipelsa, la Agencia de Desarrollo, Gesturcal, la Consejería de Industria de la Junta, las oficinas de promoción industrial dependientes de la Diputación, la recientemente creada Mesa para Evitar la Despoblación, los numerosos Grupos de Acción Local, las concejalías de empleo de los distintos ayuntamientos, etcétera, etcétera, etcétera. Se supone que todos ellos y otros tantos que con seguridad existen tienen como único objetivo favorecer el despegue económico de León, algo que ahora quiere abanderar la Fundación Cortes de León. Y es que la idea de crear esta fundación, leonesa ella, surgió de la nada única y exclusivamente por la intención del PP y del PSOE de Valldolid de constituir, a su vez, una fundación llamada Villalar, y para evitar un posible agravio, alentado por la UPL. Si ahora no le encuentran contenido es que, simplemente, sobra.